Es probable que el debate presidencial republicano de esta noche incluya preguntas sobre inmigración, uno de los argumentos predominantes en la campaña del Partido Republicano. Y justo a tiempo para el debate, el favorito en Iowa, el senador Ted Cruz, ahora ha adoptado oficialmente una posición en el tema migratorio más a la derecha de la infame ‘autodeportación’ planteada por Mitt Romney.
Adrián Carrasquillo, de Buzzfeed, informa que el jefe de campaña de Cruz, Chad Sweet, se reunió con un grupo de latinos conservadores ayer, quienes se indignaron por lo que habían escuchado:
Dijeron que Sweet los sorprendió a todos al decir que Cruz se opone a cualquier forma de legalización para los inmigrantes indocumentados, y que él cree en el desgaste mediante la aplicación de la ley, o bien hacer la vida de quienes están en el país ilegalmente tan dura, que los obligue a regresar a sus países de origen. Eso, dijo el grupo, va más allá de la autodeportación, una política apoyada por Mitt Romney en 2012 y a la que se le da amplio crédito de haberlo perjudicado en relación con los votantes hispanos.
“Supimos hoy que el senador Cruz cree en el desgaste mediante la aplicación de la ley”, dijo Alfonso Aguilar, de la Asociación Latina del Proyecto de Principios Estadounidenses y líder de facto de ese grupo, añadiendo que Cruz no quiere denominar eso como autodeportación, “pero eso es lo que es”.
El mismo Cruz pareció adoptar la autodeportación en una reciente entrevista con el presentador de radio conservador Hugh Hewitt, pero también pareció dejar la puerta abierta a una eventual legalización:
Una vez que aseguremos la frontera, dejas de llenar el barco que se hunde y una cantidad de gente empieza a irse a su país voluntariamente cada año para estar con sus familias. Esa población empezará a reducirse. Después de eso, se deporta a los extranjeros ilegales delincuentes. La población continúa reduciéndose. Después de eso, pones a funcionar un severo E-Verify, de tal manera que quienes estén aquí ilegalmente no puedan conseguir trabajo. La población continúa reduciéndose. Y entonces, una vez que hayamos demostrado finalmente al pueblo estadounidense que hemos asegurado la frontera, de que el problema está resuelto, de que no es una promesa de un político, que no son palabras huecas, que está hecho el trabajo, entonces y sólo entonces, creo que debemos dialogar con el pueblo estadounidense acerca de lo que deberíamos hacer con la pequeña cantidad de gente que quede. Pero no creo que debemos empezar con eso como parte inicial. Debemos empezar con la seguridad fronteriza, y eso es lo que haré como presidente.
Esta posición parecía de algún modo consistente con la que Cruz había tomado durante el debate legislativo migratorio de 2013, cuando patrocinó una enmienda en el Senado que habría remplazado la vía a la ciudadanía con un programa de legalización que no incluía la ciudadanía. Ahora, sin embargo, la campaña de Cruz afirma que esta enmienda fue un intento fallido de “píldora envenenada” diseñada para sabotear la legislación.
Así, su campaña ha puesto el clavo en el ataúd a cualquier posibilidad de legalización. Han aclarado que su candidato no apoya la legalización pero sí la autodeportación. Cruz también está adoptando nuevas restricciones a la inmigración legal, aliándose con Donald Trump y cambiando su posición anterior en apoyo a una inmigración legal expandida. En una reciente entrevista con el locutor de radio conservador Jeff Kuhner, Cruz se jactaba de haber prediseñado su plan de inmigración “trabajando muy de cerca para consultas con el senador Jeff Sessions [R-AL] y con el congresista Steve King [R-IA]”, dos de los legisladores y líderes antiinmigrantes en el Congreso. Además, ayer, Sweet mencionó al antiinmigrante Centro de Estudios de la Inmigración como parte del grupo de conservadores latinos.
De acuerdo con Frank Sharry, director ejecutivo de America´s Voice, “es un acontecimiento notable el que Cruz haya marcado y tomado su camino hacia la derecha de Mitt Romney en política migratoria. Como Romney, él apoya la autodeportación. A diferencia de Romney, respalda nuevas restricciones significativas a la inmigración legal también. No, Cruz no es tan explícito como Donald Trump en pedir una ‘Fuerza de Deportación’ para acorralar y forzar la expulsión de cada indocumentado en 18 meses. No, Cruz no utiliza un crudo fanatismo para satanizar religiones o nacionalidades enteras. Pero con este nuevo viraje a la derecha, las posiciones políticas de Ted Cruz no difieren significativamente de las de Donald Trump. Esto puede resultar en tácticas inteligentes en la primaria republicana. Sin embargo, en una elección general el hecho de que Cruz esté a la derecha de lo que estaba Romney es probable que sea tan exitoso como lo fue hace cuatro años”.