El Partido Republicano se prepara para contender utilizando las quejas de la comunidad blanca y la xenofobia, mientras que los demócratas están listos para dar resultados que cambien vidas
Washington, DC – El remedo de visita de Trump-Abbott a la frontera reveló nuevamente que los republicanos se están preparando para contender en 2022 y 2024 con base en el odio racial, la xenofobia y sobre todo sembrando miedo. Mientras tanto, Biden y los demócratas se alistan para luchar a partir de sus ideales para ir a lo grande, cumplir con el cambio y comprobar que la democracia y el gobierno pueden trabajar en función del estadounidense común otra vez.
En un artículo publicado en Politico, titulado “Los republicanos se lo juegan todo en inmigración como arma política”, Shawn Steel, miembro del Comité Nacional Republicano, dijo: “Inmigración y delincuencia serán los ‘motores gemelos’ de los republicanos en las campañas de medio periodo”. Carl Fogliani, estratega republicano, agregó: “Hay una razón por la cual Trump fue elegido. Es el tema dominante. Es obvio”.
En un segmento altamente recomendable de Chris Hayes, en MSNBC, se logró captar la division fundamental entre los puntos de vista de los dos partidos en torno a gobierno y política. Titulado “Los gobernadores republicanos emulan a Trump en lugar de gobernar realmente”, Hayes contrasta la manera en que Biden está enfocado en impulsar al país hacia adelante, mientras que Trump y los republicanos están enfrascados en un comportamiento político enfocado en las quejas e incomodidades de sus seguidores blancos.
Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice, dijo:
El 2022 se perfila como una contienda entre las soluciones reales y el racismo estratégico. Los demócratas quieren cambiar vidas, mientras que los republicanos quieren sembrar miedo. Los demócratas desean sanar al país, mientras que los republicanos buscan dividirlo. Los demؚócratas quieren salvar la democracia, mientras que los republicanos buscan degradarla.
Los demócratas miden sus éxitos con base en cuánta gente es vacunada, cuánta gente está trabajando, cuánto se paga a los trabajadores, cuán justo es nuestro sistema fiscal, cuántas escuelas son reabiertas con seguridad y cuánto progreso estamos teniendo para rescatar la democracia, lograr la igualdad, abordar el cambio climático, apoyar la atención médica de los trabajadores, reducir la violencia armada y ampliar la ciudadanía para los inmigrantes.
Los republicanos miden sus éxitos con base en cuántos asientos controlan en las legislaturas en el país, cuántos votos de la oposición pueden suprimir o eliminar y en cómo le hacen para distraer a los votantes de los temas comunes con batallas de guerra cultural.
Ante este feo panorama, los demócratas necesitan cumplir con el cambio que apoya la mayoría de los estadounidenses, definirse a sí mismos como el partido de las soluciones que logra grandes cosas y desafiar a los republicanos por su cínico despliegue de racismo y xenofobia para lograr su objetivo de recuperar el poder e imponer la voluntad de la minoría sobre la de la mayoría.
De hecho, los demócratas han seguido esta trayectoria en la gran mayoría de las contiendas desde 2017, y es por ello que pasaron de ser minoría a mayoría y ganaron la Casa Blanca. Ahora tienen que utilizar todo el poder de esa mayoría para lograr algo grande, hacerlo ahora y producir un cambio. Las ridiculeces del Partido Republicano, el racismo y sus temas divisorios no tendrán oportunidad alguna si el gobierno democrático trabaja en función de una vida mejor.