Son varias las conclusiones del más reciente sondeo sobre el voto hispano de la firma Latino Decisions, pero una de las más relevantes es la confirmación de que el tema migratorio es definitorio en su formación de opiniones y en sus decisiones electorales y que esto va más allá de si son nacidos en Estados Unidos o ciudadanos naturalizados.
La encuesta comisionada por el Center for American Progress Action Fund (CAPAF) y America’s Voice, encontró, por ejemplo, que 66% de los votantes latinos se oponen al fallo de la Suprema Corte que dejó en efecto la Sección 2(B) de la ley SB 1070 de Arizona que permite que la policía cuestione la situación migratoria de un detenido si existe sospecha razonable de que es indocumentado. La oposición es mayor entre los votantes naturalizados, 76%, y de 60% entre hispanos de segunda generación.
Más aún, 50% de los votantes hispanos creen que es “muy probable” y 29% consideran que es “bastante probable” que como consecuencia de esta ley los latinos que son ciudadanos o residentes legales sean detenidos y cuestionados por la policía. Un 51% de los naturalizados cree que es “muy probable,” al igual que 49% de los hispanos de segunda y tercera generación.
Asimismo, 54% de los votantes latinos están de acuerdo con la afirmación de que la policía detendrá a personas sólo basándose en que son hispanos y curiosamente la cifra es más alta entre los hispanos de segunda y tercera generación, 62% y 55%, respectivamente, que entre los naturalizados (48%). Un 51% está de acuerdo con la noción de que es más probable que la policía detenga personas por causas menores para revisar su estatus migratorio; y 68% está de acuerdo con la afirmación de que es menos probable que los inmigrantes reporten un crimen o colaboren con las autoridades, cifra que asciende a 76% entre los votantes latinos de tercera generación.
En años recientes desapareció la colaboración bipartidista en el tema migratorio y se demarcaron claros contrastes entre los partidos políticos: los republicanos optaron por posturas extremas apartadas de cualquier intento de buscar una definición para los 11 millones de indocumentados en nuestro entorno y de hecho, este partido ha estado tras la aprobación de medidas como la SB 1070 de Arizona y sus clones en otros estados. Un 50% de los encuestados cree los republicanos son responsables por la SB 1070. Los demócratas han sido consistentes en su apoyo a una reforma migratoria integral y a medidas de menor alcance como el DREAM Act, aunque la administración Obama ha ampliado programas de colaboración federal con policías locales y estatales que han roto récords de deportaciones.
Con todo, según el sondeo, 63% de los votantes hispanos creen que el presidente Barack Obama hará un mejor trabajo que el abanderado republicano Mitt Romney (19%) en el manejo del tema migratorio y la cifra es mayor, 67%, entre los hispanos de segunda generación.
Las percepciones que tienen los votantes hispanos sobre los partidos políticos en lo que compete a inmigración son claras, según el sondeo. Y no suponen buenas noticias políticas para los republicanos, a corto y a largo plazo. Por ejemplo, las declaraciones de Romney de que le habría dado a los estados más poderes de aplicar sus propias leyes migratorias y de que la SB 1070 de Arizona es un modelo para el país, hacen que 57% de los votantes latinos sientan menos entusiasmo con la candidatura de Romney.
Según la encuesta, 57% de los votantes latinos dicen estar muy entusiasmados con la elección.
Obama tiene el 70% del apoyo del voto latino comparado con 22% para Romney, pero su reto no será tanto mantener ese apoyo sino traducirlo en votos en las urnas que supongan su triunfo en estados claves para la reelección. Esa es la interrogante.
Pero de lo que no cabe duda es de que el tema migratorio se inyectó en esta elección y que será determinante en la decisión que emitan muchos votantes latinos el 6 de noviembre.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice