Rosa María Hernández debe ser liberada inmediatamente y regresada a su madre
La maquinaria de deportación del gobierno de Trump ha realizado una nueva bajeza esta semana con el arresto y detención de Rosa María Hernández, de 10 años, en Texas. Rosa María tiene parálisis cerebral y ha vivido en Texas desde que tenía tres meses de edad. A principios de esta semana, tuvo que pasar por un retén de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) para ir a un hospital en Corpus Christi, donde se le realizó una cirugía de la vesícula biliar. En el retén, el CBP envió agentes para que acompañaran a la ambulancia durante el resto del camino hacia Corpus Christi, para luego esperar afuera del cuarto del hospital donde se encontraba Rosa María, y posteriormente detenerla, separarla de su familia y enviarla a un albergue en San Antonio para enfrentar la deportación.
El Washington Post recapituló así:
Agentes federales permitieron que Rosa María se dirigiera hacia Driscoll Children’s Hospital en Corpus Christi, pero la siguieron hasta ahí y permanecieron afuera de la habitación durante la cirugía. Al principio, los agentes no permitían que la puerta de la habitación se cerrara, dijeron los familiares. A cualquier parte que Rosa María era llevada, los agentes la seguían.
…Rosa María fue llevada el miércoles a un albergue infantil en San Antonio, donde normalmente se recibe a niños de Centroamérica que cruzan la frontera solos, no menores que han estado en Estados Unidos durante varios años. Los inmigrantes detenidos por el gobierno federal son usualmente adultos, que esperan un juicio de deportación, o familias que acaban de llegar a la frontera.
…“El Sector Laredo de la Patrulla Fronteriza está comprometido a reforzar las leyes de inmigración de esta nación”, dijo el portavoz. “Con base en las leyes de inmigración de Estados Unidos, una vez que [Rosa María] se recupere médicamente será procesada como corresponde”.
Dijo Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice Education Fund:
Nuestra nación, en el gobierno de Trump y con su despiadada fuerza de deportación encabezada por CBP y ICE, ha llevado a cabo una nueva bajeza. No se puede ser más cruel que acechar a una niña discapacitada de 10 años cuando se le está realizando una cirugía de emergencia y luego ser separada de su madre. ¿Nos sentimos, como estadounidenses, orgullosos de que un grupo de agentes del gobierno armados hayan aprehendido a una angustiada niña de 10 años? ¿Dónde están nuestros valores? ¿Qué servicio público se brinda al privar a esta jovencita de su dignidad? Incluso para los insensibles estándares del gobierno de Trump, el caso de Rosa María Hernández es indignante. Esto no es aplicar la ley; esto es crueldad infantil. Rosa María debe ser regresada y reunida con su madre inmediatamente.