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Trump lanza insultos racistas a un honorable juez federal, Paul Ryan da su apoyo al magnate y el Partido Republicano responde al racismo con un silencio ensordecedor

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Se ha completado la fusión: Trump y el GOP son una y la misma cosa

En uno más de sus indignantes e insostenibles ataques, Donald Trump dijo ayer que Gonzalo Curiel, un honorable juez federal, no es apto para atender el caso Cohen v. Trump, la demanda civil por fraude contra la Universidad Trump, simplemente debido a su origen étnico. Este último exabrupto de Trump tuvo lugar el mismo día en que el Presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, le dio su apoyo.

La familia Curiel es el paradigma del Sueño Americano. Los padres del juez Curiel emigraron de Jalisco, México, al noroeste de Indiana, donde trabajaron sin descanso para mantener a sus hijos. Respecto a los hermanos del juez Curiel, uno participó en Vietnam y el otro trabajó como fiscal en Chicago. El juez Curiel recibió su doctorado en Derecho en la Universidad de Indiana y fue el primer procurador en desmantelar a uno de los principales carteles de narcotraficantes, el grupo de los Arellano Félix. A pesar de las amenazas de muerte, Curiel continuó con su trabajo, ganó más de 300 casos y es ampliamente respetado y reconocido como uno de los más efectivos y valientes fiscales en la nación destruyendo carteles.Dara Lind expresó en una nota publicada en Vox: “El juez Curiel ha hecho más para asegurar la frontera a lo largo de su carrera que el mismo Trump”.

Mientras comentaristas conservadoresreporteros y expertos en leyes se han expresado en contra de estos ofensivos comentarios, el liderazgo republicano, incluyendo a Paul Ryan, han permanecido en silencio. En lugar de manifestar su indignación, se han alineado con Donald Trump. Esta es una prueba de fuego para los republicanos, y hasta el momento no han hecho nada. En tanto Trump lleva a cabo la campaña presidencial más explícitamente nativista en la historia moderna de Estados Unidos, no hay espacio para la equivocación ni para la neutralidad en este asunto.

En una nueva nota en la que critica el apoyo de Ryan, la junta editorial del Washington Post declaró: “El Sr. Ryan ha dado su apoyo a un hombre cuyas ‘soluciones’ incluyen la prohibición a los musulmanes de ingresar al país, que lanza calumnias a jueces debido a su origen étnico, que se burla de la gente con discapacidades, que miente reiteradamente y que amordazaría la libertad de prensa. Cada una de estas cosas descalifica particularmente a cualquiera que crea en conducir las políticas nacionales de una manera constructiva y razonable”.

Con su respaldo, Ryan consolidó el futuro del Partido Republicano como el Partido de Trump.

De acuerdo con Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, “estos insultos muestran que el odio de Trump no se limita a los inmigrantes indocumentados de México, sino que se extiende a los 56 millones de latinos en Estados Unidos. Su afirmación de que la herencia mexicoamericana del juez Curiel significa que no está calificado para atender un caso en el que está involucrada la falsa universidad de Trump, envía el mensaje que el magnate quiere mandar: los latinos no son verdaderos estadounidenses. Esta es una afrenta no sólo para los estadounideses de herencia hispana, sino para todos los estadounidenses que sostienen que Estados Unidos es mejor cuando se define a la gente por lo que contribuye a la nación, no por el color de su piel, etnicidad, origen nacional, preferencia sexual o género. El hecho de que Paul Ryan acepte a Trump el mismo día en que éste redobla sus ataques racistas en contra de un honorable juez federal mexicoamericano es nada menos que sorprendente. El rechazo de los líderes del Partido Republicano a repudiar la candidatura de Trump y sus comentarios significa que Ryan y su partido, al respaldarlo, ahora también  aceptan su racismo”.