¿Dará el DHS marcha atrás o respaldará la afirmación de la Secretaria de Educación, Betsy DeVos, de que las escuelas pueden decidir si reportan a los estudiantes indocumentados con las autoridades de inmigración?
La Secretaria de Educación de Estados Unidos, Betsy DeVos, opinó ayer que las escuelas pueden decidir por sí mismas el reportar a los estudiantes y a sus familias con las autoridades de inmigración, una afirmación que contradice la Constitución del país, la delicada posición de la política del DHS, así como la más elemental decencia y humanidad.
Durante una audiencia ante el Comité de Educación y Fuerza Laboral de la Cámara de Representantes, el congresista Adriano Espaillat (D-NY) le preguntó a la secretaria DeVos: “Si un director o un maestro se entera de que cierto estudiante es indocumentado, o que sus familiares lo son, ¿cree que dicho director o maestro debería llamar [a ICE] para reportar a esa familia?” DeVos respondió: “Creo que esa es una decisión de la escuela… es una decisión comunitaria local. Y una vez más, me refiero al hecho de que tenemos leyes y que también somos compasivos, e insto a este grupo a hacer su trabajo y abordar o aclarar si existe confusión en torno de esto”.
De acuerdo con Pili Tobar, Directora General de America’s Voice:
La Suprema Corte ha dictaminado que todos los niños en Estados Unidos tienen el derecho a la educación, independientemente de su estatus migratorio. La secretaria DeVos ignora este derecho o sigue deliberadamente al resto de los miembros del gobierno de Trump hacia la misma madriguera antiinmigrante, añadiendo una cosa más a la lista de crueles políticas dedicadas a perseguir y poner en riesgo a los niños.El que una Secretaria de Educación diga que lugares sensibles como las escuelas —las cuales deberían constituir un ambiente de refugio enfocado en el aprendizaje y el bienstar de los niños— puedan y deban considerar el llamar a las autoridades inmigratorias para llevarse a los niños es simplemente atroz, malvado e inhumano. El gobierno debe aclarar la posición del DHS antes de que se desate el pánico entre los niños inmigrantes y sus familias alrededor del país.