Mientras el Congreso titubea, sus miembros deberían entender lo que realmente está en juego esta semana para los Dreamers y para Estados Unidos
Con una mezcla entre mal funcionamiento, ineptitud y cobardía moral, el Congreso se tambalea hacia el final de 2017 sin haber resuelto la urgente crisis que enfrentan los beneficiarios de DACA y otros jóvenes inmigrantes. Imaginen tener una fuerte mayoría de votos en ambas cámaras del Congreso y tener el poder para resolver esta crisis… pero escoger no hacerlo. Ese es el momento al que hemos llegado.
Más del 80% de la gente, incluyendo dos terceras partes de republicanos, respalda el estatus legal para los Dreamers y los esfuerzos para que se queden en Estados Unidos. Una sólida mayoría de los miembros del Congreso de ambas cámaras votarían por una solución para los Dreamers si se les diera la oportunidad. Los Dreamers están siendo atacados y necesitan que el Congreso actúe ahora mismo –tal como lo demuestran de forma dramática los ejemplos de jóvenes como Osmán Enríquez y Brittany Aguilera.
Por ello, nuestros funcionarios electos deberían saber lo que está en juego: como dijo Cristina Jiménez, directora ejecutiva de United We Dream, al HuffPost, “Restraso significa deportación”.
De acuerdo con Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice:
Debido a la crueldad del gobierno de Trump y a la inacción y a la intransigencia del Congreso, cientos de miles de vidas de Dreamers se encuentran ahora en la cuerda floja. Su futuro está siendo alterado todos los días. Este es un momento para elegir.
El Congreso debe actuar. Los republicanos tienen que dejar de pretender que dejar esto para después es mejor, cuando todos los que entienden cómo funciona el Congreso saben que después significa nunca. Cualquier cosa distinta a un alivio para los Dreamers es un voto para financiar la deportación de estos extraordinarios jóvenes estadounidenses.
Así es. Un voto para el proyecto de ley de gastos sin una solución legislativa para los Dreamers es un voto para deportarlos. Cualquier proyecto que financie al gobierno para el resto del año fiscal incluirá fondos para la fuerza de deportación de Trump. Mientras cien Dreamers al día pierden su estatus de beneficiarios de DACA y se espera que la cifra se infle en algunas semanas, el Congreso debe resolver esta crisis inmediatamente incluyendo una solución en los proyectos de ley que deben aprobarse ante el Congreso. Si no, un voto para finaciar las deportaciones sin una solución para los Dreamers pasará a la historia como uno de los capítulos más oscuros de Estados Unidos.