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Reportaje de CNN sobre trabajadores indocumentados contratados por Trump subraya de nuevo la hipocresía del presidente

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En lugar del débil “plan” migratorio impulsado por Trump y Kushner, ahora es el momento exacto para legalizar a trabajadores indocumentados, equilibrar el ámbito en el que se desempeñan empleados y empleadores dignos, y exigir cuentas a empleadores sin escrúpulos como Trump

El viernes pasado, Randi Kaye, del programa Anderson Cooper 360, de CNN, transmitió una reunión en la que participaron 19 de los muchos otros trabajadores indocumentados explotados por la organización Trump, subrayando la grosera hipocresía del presidente, que demoniza y deshumaniza a los migrantes sin documentos como mandatario, al mismo tiempo que usa y abusa de ellos como empresario.

Como detalla la entrevista, muchos de los trabajadores informaron a sus supervisores que eran indocumentados y, en algunos casos, dichos supervisores les proveyeron documentos falsos, todo ello mientras Trump lanzaba diatribas racistas llenas de alarmismo en sus mítines. Margarita Cruz, exempleada del Club de Golf Westchester, lo explicó mucho mejor: “Trump es un hipócrita. Dice que [los inmigrantes] son malas personas, violadores y narcotraficantes, pero son gente trabajadora que ha trabajado duro para él”.

Tal vez no es una coincidencia que —considerando los rapaces hábitos televisivos de nuestro Divisor en Jefe— este fin de semana Trump expresara preocupación en Fox TV sobre la implementación, a nivel nacional, del programa integral de verificación laboral llamado E-Verify —una política que, si se lleva a cabo en el contexto de la reforma migratoria que legalice a los trabajadores indocumentados— le ajustaría las cuentas a empleadores inescrupulosos como Trump.

Según Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice, “necesitamos un sistema migratorio acorde al Siglo XXI que pueda crear un justo y ordenado proceso de admisión que proteja a todos los trabajadores y empleadores dignos. Los componentes clave incluyen la legalización de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos, creando nuevos canales legales para la inmigración legal, de tal modo que los trabajadores y sus familias puedan lograr sus metas con base en el sistema y no alrededor de este, así como reforzar leyes laborales y migratorias que se enfoquen en empleadores inescrupulosos que contratan y explotan a trabajadores indocumentados. Por sí mismo, el programa E-Verify —y sin la legalización de los 11 millones de indocumentados que ya han echado raíces en Estados Unidos— conduciría a trabajadores no autorizados directamente hacia empleadores sin escrúpulos, afectando negativamente los salarios tanto para los inmigrantes como para los trabajadores nacidos aquí, además de dar una injusta ventaja a empleadores que no siguen las reglas. Sin embargo, como parte de una reforma modernizadora, una combinación de legalización, E-Verify (con protecciones apropiadas), una cabal aplicación de las leyes laborales, así como cambios en la inmigración de manera legal crearán un ámbito justo para empleadores que respetan la ley y trabajadores admitidos legalmente. La prioridad de Trump es clara: se opone a la legalización, a la cabal aplicación de las leyes laborales, al incremento de la inmigración legal y, ahora, a E-Verify. Él se coloca del lado de los empleadores abusivos que no siguen la ley, del cual forma parte”.