El llamado “plazo” del 5 de marzo no es tal; es una excusa para la inacción
Ayer, el senador Dick Durbin (D-IL) declaró a NBC News: “No tengo planeado irme de Washington a casa de vacaciones hasta que nos hagamos cargo de DACA y de los Dreamers. Hemos hecho la promesa de cumplirlo”.
El senador Durbin está en lo cierto. El Congreso debe actuar ahora, no el próximo año. Los analistas que piensen que el plazo que enfrentan DACA y los Dreamers es el 5 de marzo están equivocados. ¿La razón? Elise Foley lo plasmó bien en una reciente nota publicada por el HuffPost: “Trump no puede ampliar DACA. Ya lo eliminó”. No se están aceptando nuevas solicitudes de DACA, decenas de miles de actuales jóvenes DACAmentados están perdiendo su estatus, y nada puede detener que miles de otros Dreamers pierdan las protecciones que ofrece DACA, a menos que el Congreso proclame una legislación como el Dream Act.
De acuerdo con Juan Escalante, director de campañas digitales de America’s Voice:
Desafortunadamente, DACA murió el 5 de septiembre, y estamos lidiando con sus consecuencias. El presidente Trump se tragó la historia de la crisis prefabricada que manipularon el Procurador General, Jeff Sessions, Stephen Miller, el procurador de Texas, Ken Paxton, y sus aliados antiinmigrantes. Los Dreamers ya están empezando a perder sus protecciones y el estatus de DACA, lo que significa que inmigrantes como yo están al borde de servir de objetivos de las crueles y perjudiciales políticas de deportación.
En lugar de marzo, el verdadero y sustancial plazo de DACA ya expiró. La arbitraria e injusta fecha para la renovación de solicitudes del 5 de octubre requería que más de una cuarta parte de los beneficiarios de DACA salieran en desbandada para volver a solicitar una nueva fecha límite. El gobierno no hizo esfuerzo alguno para informar a los beneficiarios de DACA sobre el apresurado plazo, no realizó campaña alguna de información pública y se rehusó a considerar una ampliación del plazo, incluso para aquellos afectados por los huracanes en Florida y Texas.
Según Ted Hesson, de Politico, 86% de los beneficiarios de DACA que eran elegibles para renovar en este periodo lo hicieron. Aunque esta cifra pueda sonar bien, significa que 22,000 jóvenes no pudieron lograrlo. Cualquier día de estos empezaremos a escuchar sobre los beneficiarios de DACA que pierden sus empleos, dejan la Universidad y se exponen a la deportación. Esto se ajusta en primer lugar a los objetivos más amplios de los radicales que crearon esta falsa crisis sobre DACA. Recordemos que cuando se anunció el fin del programa, la Casa Blanca incluso le dijo a los beneficiarios de DACA que se “prepararan y arreglaran su salida de Estados Unidos”.
De acuerdo con Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice Education Fund:
DACA ha sido eliminado por Trump y Sessions. Ya no hay nuevas solicitudes o renovaciones. Lo único que queda entre las fechas individuales de expiración de DACA y el riesgo de la deportación es el Congreso. El senador Durbin se ha comprometido y nosotros estamos con él: el Congreso no puede irse a casa de vacaciones sin resolver la crisis creada por Trump y Sessions. Los Dreamers están a unos días de perder su estatus de DACA, y cualquier nueva legislación se llevará meses para tomar forma. Debatir sobre la acción en marzo es solamente una excusa para la inacción y una táctica dilatoria para distraer sobre lo que se necesita que ocurra ahora, y ciertamente no más allá del fin de año”.