El juez federal John D. Bates dictaminó ayer que el gobierno de Trump terminó DACA de manera ilegal, de tal modo que a menos que presente mejores argumentos en 90 días, las autoridades deben no solo continuar con el programa para los actuales beneficiarios, sino que debe aceptar también nuevas solicitudes.
El fallo —el más reciente de una serie de derrotas en las cortes para el gobierno de Trump en torno a DACA— llegó en la víspera de los argumentos orales de la Suprema Corte sobre el caso del veto a musulmanes. En ambas instancias, este gobierno continúa haciendo uso de su poder para atacar, en lugar de proteger, a quienes tanto Trump como Sessions consideran ‘el otro’.
De acuerdo con Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice,
“en una democracia fuerte, el estado de derecho protege las libertades de todos y los derechos de las minorías. Con Trump y Sessions, la autoridad es utilizada para proteger al ‘grupo afín’ de los partidarios blancos de Trump y perseguir al ‘grupo contrario’ de minorías étnicas y religiosas, en una feroz guerra de Ustedes contra Ellos. La mayoría de los estadounidenses cree en la idea de un Estados Unidos incluyente, donde la libertad y la justicia amparan a todos. Esperemos que las cortes, incluyendo la Suprema Corte, continúen haciendo lo mismo”.
Por su parte, David Leopold, socio/presidente de Immigration Practice Group, Ulmer & Berne LLP y expresidente de la Asociación de Abogados de Inmigración de Estados Unidos, dijo:
“Desde que Donald Trump asumió el poder, ha usado su presidencia para llevar a cabo una extrema agenda antiinmigrante con el propósito de deshacerse de la gente de color, de musulmanes y otros grupos que no encajan en su horrible visión de Estados Unidos. Ya sea el veto a los musulmanes o la cancelación de DACA, Trump ha usado su poder ejecutivo para levantar barreras y separar familias, no para presentar soluciones que arreglen el disfuncional sistema migratorio de la nación. Lo bueno es que el sistema judicial ha revertido casi unánimemente los intentos de Trump de mancillar la Constitución. Ayer, el juez John D. Bates se unió al coro de jueces federales que se han opuesto a la cancelación ilegal de DACA por parte de Trump, al prohibir la cancelación del programa. Con valentía fue más allá que las cortes anteriores al dictaminar que el USCIS debería no solo continuar con el proceso de renovaciones de DACA, sino aceptar nuevas solicitudes de Dreamers que cumplan con los requisitos. La decisión del juez Bates es significativa porque muestra, una vez más, que los jueces federales alrededor del país cuidan celosamente el estado de derecho frente al extremismo antiinmigrante de Trump. Esperemos que ahora, mientras los magistrados de la Suprema Corte consideren el caso del Veto Musulmán, sigan el camino marcado por las cortes inferiores que le han enseñado a Trump que Estados Unidos es una ‘nación de leyes’”.
Asimismo, Juan Escalante, beneficiario de DACA y responsable de Comunicaciones de America’s Voice, comentó:
“No solamente las vidas de 800,000 aspirantes a ser estadounidenses fueron detenidas cuando Donald Trump detuvo el programa DACA de manera cruel, sino el futuro de incontables jóvenes Dreamers que esperaban calificar para DACA también fue arruinado. En todo el país, una nueva generación de Dreamers está creciendo sin la posibilidad de conducir o trabajar debido a los ataques de odio del gobierno de Trump hacia los inmigrantes. Los próximos 90 días se sentirán como años para muchos adolescentes que esperaban continuar su educación en universidades estadounidenses, pero les es imposible hacerlo por su falta de estatus migratorio y su imposibilidad de solicitar DACA. Las vidas de Dreamers como yo no deberían depender de los dictámenes de las cortes o de las rabietas presidenciales a través de Twitter. Es momento de que el Congreso actúe y apruebe una legislación que proteja a todos los Dreamers”.
