Por qué dicho “acuerdo” es imposible de llevarse a cabo
Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice, reacciona al informe de prensa deMcClatchy que revela que algunos funcionarios de la Casa Blanca quieren utilizar DACA como ficha de negociación en un potencial proyecto de ley migratorio más amplio y centrado en medidas policiales.
Hay tres puntos a tomar en cuenta ante este escenario:
1. Es moralmente erróneo como táctica e indefendible como política pública: Mantener como rehenes las vidas y el futuro de los Dreamers para promulgar plataformas de la agenda antiinmigrante es moralmente erróneo. Unos 800,000 jóvenes contribuyen al país que llaman hogar, porque están protegidos contra la deportación. La idea de negociar protecciones de los Dreamers para construir un muro fronterizo, edificar más centros de detención, hacer profundos recortes a los niveles de inmigración que llega legalmente e imponer como obligatorio el sistema E-Verify que haría al disfuncional sistema inmigratorio aún peor es tan aborrecible como contraproducente.
2. Esta idea proviene de los delirios del movimiento nacionalista blanco: La idea de hundir en la duda el futuro de los Dreamers con la esperanza de obtener lo máximo de la agenda nativista se origina no en la Casa Blanca, sino en los grupos antiinmigrantes externos. Por ejemplo, Mark Krikorian, del Centro de Estudios de la Inmigración –una organización que el Southern Poverty Law Center ha designado como grupo de odio– ha hecho circular consistentemente la idea de negociar el alivio migratorio de los Dreamers por el RAISE Act y la obligatoriedad del E-Verify.
3. Al final, los demócratas tienen ventaja: Muchos expertos en materia legislativa predicen que los únicos medios para legislar este año serán medidas para mantener el financiamiento del gobierno y elevar el techo de la deuda. Dado que muchos republicanos, empezando con el Freedom Caucus, se oponen a dichas medidas de egresos, la única forma de aprobar dichos proyectos de ley es que los republicanos trabajen con los demócratas para llegar a compromisos bipartidistas. Por consiguiente, y de ser necesario, demócratas y republicanos pro Dreamers tendrán mucho más que decir en un proyecto final, que los republicanos del ala derechista que quieren exponer a los Dreamers a la deportación.
De acuerdo con Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice:
la razón por la que los Dreamers están amenazados es porque los republicanos los tienen así. Los radicales quieren cambiar diametralmente sus vidas, quitarles sus permisos de trabajo y someterlos a la deportación. La manera de resolver esto es preservando y defendiendo DACA hasta que el Congreso promulgue una solución permanente. La idea de que el gobierno de Trump va a aprovecharse de esta crisis autoinflgida para promulgar una agenda nativista es ridículo y aberrante. El presidente Trump debería insistir en que DACA permanezca como está y el Congreso debería ponerse a trabajar para promulgar un mejor Dream Act que convierta el estatus temporal en un camino hacia la ciudadanía.