En una nota de Matt Fuller y Elise Foley publicada en HuffPost se dice que el Presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan (R-WI), le ha dicho a los republicanos de ese cuerpo legislativo que un arreglo para los Dreamers será incluido en un proyecto de gastos de fin de año.
A continuación compartimos una reacción de Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice Education Fund, al respecto:
Si el informe de los republicanos es correcto, la admisión de Ryan de que un alivio para los Dreamers será parte de un proyecto de gastos para el fin de año es un reconocimiento de la realidad actual: el alivio para los Dreamers se necesita urgentemente; hay amplio apoyo bipartidista para una legislación en el Congreso y en todo el país; si los republicanos no pueden hacer avanzar una legislación mediante ‘orden regular’, entonces vincular la legislación con un proyecto de ley de gastos que se vaya a aprobar es la manera de llevar a cabo esto.
Revisemos en dónde nos encontramos:
(1) Nada puede detener el daño que se hará a cientos de miles de otros Dreamers, a menos que el Congreso proclame una legislación como el Dream Act. DACA ya está muerto. 22,000 beneficiarios de DACA ya no pudieron cumplir con el injusto y abitrario plazo de renovación del 5 de octubre y perderán sus empleos, oportunidades de educación y protecciones para evitar la deportación en los próximos días y semanas. Mientras tanto, no se están aceptando nuevas solicitudes para DACA. La acción legislativa se necesita ahora.
(2) Si se lleva al pleno del Senado y de la Cámara de Representantes para ser votado, el Dream Act bipartidista sería aprobado. Hay amplio apoyo bipartidista para el Dream Act, o algo parecido, en el Congreso. La inmensa mayoría de los estadounidenses a lo largo el país y del espectro político lo apoyan. Lo único que falta es la oportunidad de votar por este en el pleno del Senado y de la Cámara de Representantes. Dado que los líderes republicanos McConnell y Ryan parecen no estar dispuestos a hacerlo —presuntamente debido a alguna oposición al interior de sus cámaras—, la mejor manera de avanzar es vincular el Dream Act con un proyecto de ley de gastos que se vaya a aprobar.
(3) Ahora depende del Congreso, y la mejor oportunidad para proclamar una legislación es antes del fin de año. El Congreso no puede irse simplemente a casa de vacaciones sin resolver la crisis creada por la Casa Blanca. Si hace unas semanas parecía que el presidente podía lidiar con este tema en negociaciones directas con el liderazgo demócrata, esa perspectiva fue desechada cuando Stephen Miller, el nativista secuaz de Trump, intentó descarrilar la legislación al dar a conocer una lista de condiciones perversas. Además, la Casa Blanca está muy ocupada en combatir contra viudas de guerra, jugadores de la NFL y correligionarios republicanos como para avanzar. Depende del Congreso hacer algo, y es imperativo que vincule el Dream Act con un proyecto de ley de gastos que se vaya a aprobar. No tenemos una preferencia, solo una petición. Si el Dream Act no es vinculado con las medidas de socorro en casos de desastre, entonces, como sugiere el informe de HuffPost, un proyecto de ley de gastos tipo “omnibus” podría ser la solución más viable.
El momento decisivo ha llegado. El apoyo está aquí, la urgencia es ahora, la oportunidad legislativa existe y la responsabilidad es clara. El Congreso debe aprobar el Dream Act para el fin de año. La historia no perdonará el retraso, la inacción ni las excusas.