El Partido Republicano se confabula vergonzosamente con el veneno de Trump
Durante un discurso en Youngstown, OH, el presidente Donald Trump presentó una alarmante y apocalíptica versión de los inmigrantes en Estados Unidos, diciendo que “se alimentan de jóvenes inocentes”, y describiéndolos como: “[a esos] animales… no les gusta usar armas porque es muy rápido y no es suficientemente doloroso. De tal modo que toman a una hermosa joven de 16, 15 años y a otros, y los cortan y rebanan con un cuchillo porque desean que pasen por un dolor insoportable antes de morir. Y esos son los animales que hemos estado protegiendo durante tanto tiempo. Bueno, amigos, ya no están más protegidos. Es por ello que el gobierno está lanzando una ofensiva nacional en las ciudades santuario. Las ciudades deberían ser santuarios para los estadounidenses respetuosos de la ley, para la gente que admira la ley, para quienes la respetan, no para los delincuentes y pandilleros que queremos que se larguen del país”.
A continuación compartimos un comunicado de Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice Education Fund, en reacción al discurso:
Esto no es normal. De hecho, va mucho más allá de lo anormal. El presidente de los Estados Unidos de América, un país definido desde hace mucho tiempo por su capacidad de atraer y beneficiarse de la gente que llega de todos los puntos cardinales del planeta, está deshumanizando y demonizando a los inmigrantes como el ‘otro’ peligroso. En lugar de ‘De muchos, uno’, el presidente Trump está buscando convencer a esta nación pluralista que ahora se trata de ‘Nosotros contra ellos’, todo con el fin de justificar una ofensiva sin precedentes que está enfocándose en madres y padres que trabajan en función de una vida mejor para sus familias.
El gobierno de Trump ha traído la política estilo Willie Horton a la presidencia para impulsar una agenda política que se restringía, hasta muy recientemente, a la lista de deseos de los nacionalistas blancos.
Es especialmente preocupante que los compañeros republicanos de Trump ya no digan nada. Su silencio equivale a complicidad. En lugar de levantarse contra la oscura visión de Trump y condenarla clara y abiertamente, los republicanos en el Congreso se han convertido en pasivos cobardes. Basta ver el plan en la Cámara Baja controlada por los republicanos de tomar $1.6 billones en fondos para el idiota muro fronterizo hacia un paquete de gastos ‘minibus’, a fin de evitar un voto en el pleno en el que probablemente no sería aprobado.
No podemos volvernos insensibles a lo que estamos presenciando, y lo que esto significa para el país, los valores y la comunidades que tanto apreciamos. Millones de personas, y la característica definitoria de lo que somos, están en riesgo.