Frank Sharry: “Para una nación que dice ser líder mundial en protección a refugiados, necesitamos empezar a actuar de ese modo en nuestro propio hemisferio”
Una nota de Reuters de hoy informa que el gobierno de Obama va a iniciar una oleada de ataques enfocándose en jóvenes madres y niños no acompañados de Centroamérica. Si es verdad, entonces el gobierno está siguiendo un camino totalmente equivocado. A continuación presentamos una declaración de Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, al respecto:
“Hay una crisis de refugiados en Centroamérica y para lidiar con ella es necesario catalogarla precisamente como una crisis de refugiados. Los niños centroamericanos y familias jóvenes están huyendo de una violencia terrible. El Salvador, Honduras y Guatemala están entre los países más sangrientos del mundo. Increíblemente, sin embargo, el gobierno de Estados Unidos está utilizando la disuasion, la detención y la deportación como sus principales herramientas.
“En enfoque del gobierno, centrado en la aplicación de la ley, está destinado a fracasar porque no entiende las razones por las que la gente huye. Si la opción de una joven madre o un adolescente es morir en su país o realizar un peligroso viaje a la frontera de Estados Unidos y México, ni disuasión, ni detención, ni deportación los detendrán de llevar a cabo esa travesía. Sin embargo, un enfoque inteligente que garantice la protección en esa zona, combinado con un reasentamiento ordenado para quienes tengan familiares cercanos en Estados Unidos, no sólo mejoraría la protección de quienes la necesitan, sino que proveería alternativas funcionales en la región para aquellos que ahora ven en la opción de venir a la frontera de EEUU-México en busca de asilo la única manera de protegerse.
“En lugar de responder como si este fuera un problema principalmente migratorio que empieza en nuestra frontera, el gobierno necesita un plan funcional de 4 etapas que es regional en su naturaleza: 1) ampliar esfuerzos para lidiar con las causas de origen de la crisis de refugiados, que es la creciente violencia en los países de donde provienen; 2) trabajar con nuestros aliados y el ACNUR para proveer refugio seguro en Centroamérica y México para que quienes huyen encuentren seguridad en la región; 3) ampliar programas de reasentamiento ordenado, desde El Salvador, Honduras y Guatemala, y en los países vecinos de primer asilo, de tal modo que quienes buscan reunirse con su familia en Estados Unidos tengan alternativas funcionales al hacer el peligroso viaje a la frontera EEUU-México; 4) tener especial cuidado en asegurarse de que cada solicitante de protección en Estados Unidos reciba un completo y justo proceso en este país.
“Para una nación que dice ser líder mundial en protección a refugiados, necesitamos actuar de ese modo en nuestro propio hemisferio. Aquellos que huyen de la terrible violencia en Centroamérica necesitan ser protegidos, no deportados”.