MIAMI – Tal parece que alguien le dijo a Mitt Romney que tenía que hacer un mejor esfuerzo para acercarse a los votantes hispanos, sobre todo ahora en la víspera de la primaria republicana en Florida, y el ex gobernador de Massachusetts, con algunas de las posturas más extremistas en el rubro migratorio, decidió que era hora de sacar ventaja de sus raíces mexicanas: “No soy antiinmigrante. Mi padre nació en México”, afirmó el precandidato en un momento del debate de Jacksonville, Florida.
Le rehuirán como el diablo a la cruz, pero los precandidatos republicanos no han podido evitar tener que hablar de inmigración. El debate del jueves, auspiciado por CNN y la Red de Liderazgo Hispano (HLN), previo a la primaria republicana floridana del 31 de enero, arrancó con el tema migratorio y con un jugoso intercambio entre Romney y el ex presidente cameral Newt Gingrich, quien había tildado al ex gobernador de Massachusetts de antiinmigrante en un comercial radial que terminó retirando del aire por presión de líderes hispanos republicanos.
Gingrich todavía dijo anoche que de los cuatro precandidatos republicanos, Romney es el más antiinmigrante, lo que Romney catalogó de “inexcusable” y “repugnante” para luego arremeter con la siguiente declaración: Señor (ex) presidente cameral: No soy antiinmigrante. Mi padre nació en México”.