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Buscando el voto latino: no sólo mensaje sino sustancia

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Por Maribel Hastings, asesora ejecutiva de America’s Voice

CHARLOTTE, Carolina del Norte  –   En una elección cerrada como la que se perfila este año el voto latino será decisivo no sólo en estados tradicionalmente hispanos sino en otros donde apenas miles de votos pueden determinar si hay cambio de inquilino en la Casa Blanca. La clave para ambas campañas será movilizarlo y la fórmula efectiva es la comunicación directa con propuestas específicas que vayan más allá de simbolismos, concluyeron expertos.

De los casi 52 millones de latinos que viven en Estados Unidos, 23 millones son elegibles para votar y se proyecta que al menos 12.2
millones acudirán a las urnas el 6 de noviembre, comparado con los 10 millones que sufragaron en las elecciones de 2008, un alza de 26% con respecto a hace cuatro años.

La cifra de votantes elegibles sin duda supera a los que de hecho votan, indicó Arturo Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO). Se trata de un trabajo en progreso, pero de todos modos, el voto de miles de latinos puede ser determinante en los resultados electorales estado por estado.

En contiendas en estados tradicionalmente hispanos, como Florida, y no tan tradicionales, como Virginia y Carolina del Norte, el voto latino puede inclinar la balanza en una u otra dirección.

Obama ganó en Florida en 2008, el primer demócrata en hacerlo desde 1996. Ahora la contienda es cerrada y la movilización de latinos puede ser central. Será interesante, según Vargas, ver el efecto que el senador republicano de Florida, Marco Rubio, puede tener en movilizar un sector del voto latino a favor del contendiente  presidencial republicano, Mitt Romney.

Hasta ahora los sondeos dan al presidente Barack Obama una sustancial ventaja sobre Romney en la preferencia del voto latino a nivel nacional. Lo que no es un secreto es que el nivel de entusiasmo de esos votantes latinos está en un 50%, por debajo del 80% que se registró en los históricos comicios del 2008.

Mónica Lozano, directora ejecutiva de Impremedia, reconoce que aunque la intención del voto latino hacia Obama es de un 64% comparado con apenas 30% o menos para Romney, un detalle que resalta del sondeo semanal que Impremedia conduce con la forma encuestadora Latino Decisions es que hay un porcentaje significativo de votantes latinos que se consideran independientes o que declinaron identificarse con uno u otro candidato. Eso supone que en teoría pueden ser persuadidos por los republicanos, aunque está por verse. Pero “no es sólo la movilización sino el mensaje que ofrezcan los candidatos”, agregó Lozano.

Esos candidatos, añadió, tienen que hablarle “directamente a los votantes latinos” y los medios de comunicación en español son centrales para llegar a esa comunidad considerando, sobre todo, que los votantes naturalizados tienen un mayor índice de participación electoral que los hispanos nacidos en Estados Unidos.

Pero de los 414 millones de dólares que las campañas han destinado para publicidad pagada, 6 millones han sido destinados a medios de comunicación en español, explicó Lozano.

Tras su convención republicana Romney parece habaer ganado cierto terreno con los votantes latinos en el frente económico. La interrogante es si su campaña capitalizará en ello y qué ocurrirá cuando los demócratas, concluida su convención, también se beneficien del tradicional rebote post convención.

Sin embargo, Lozano recordó la enorme brecha que existe entre demócratas y republicanos cuando los latinos catalogan su desempeño: 55% de los latinos dicen que los demócratas están haciendo un buen trabajo en abordar sus asuntos de interés comparado con apenas 17% que dice que los republicanos están haciendo un buen trabajo.

Janet Murguía, presidenta del Consejo Nacional de la Raza (NCLR), coincide en la importancia de la sustancia del mensaje: “la gente está hambrienta de sustancia, saber quién es la persona, cuál es su postura en los asuntos”. Consideró que en los anuncios en español que Romney está presentando “no me parece que estén ofreciendo esa sustancia”. Y en el caso de Obama, agregó, es importante que diga al votante latino qué hará si es reelecto.

Para los latinos la selección en 2012 es agridulce porque de un lado tienen un partido, el Demócrata, que dejó promesas en el tintero, sobre todo en materia migratoria, pero que pide otra oportunidad para avanzar lo pendiente. Y de otro lado, un partido, el Republicano, que ha promovido una agenda antiinmigrante ignorando cuán definitorio es el asunto migratorio para estos votantes. “Este (la inmigración) no es un asunto abstracto para los votantes latinos. Es personal”, declaró Lozano.

Ben Monterroso, director ejecutivo de Mi Familia Vota, indicó que ciertamente para los votantes latinos hay elecciones que se han convertido en un ejercicio de votar por el menos malo, “pero no votar no es una opción”.

Murguía coincidió. No se trata únicamente de votar en una elección sino de establecerse como fuerza electoral a largo plazo.

“Si lo mantenemos, seremos el bloque de votantes más fuerte e influyente del país”, concluyó Murguía.