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Las exigencias extremas no resolverán la crisis migratoria

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POR: VANESSA CÁRDENAS y MURAD AWAWDEH

Llegó el invierno y las ciudades como Nueva York, Boston y Chicago están en una carrera contra el reloj para encontrar los fondos necesarios para ayudar a miles de inmigrantes y sus familias, quienes quedarán literalmente a la intemperie en esta época festiva gracias a un grupo de republicanos de extrema derecha que tienen como rehén un paquete legislativo. Este estancamiento innecesario y despiadado puede crear no solo caos en Nueva York, sino también dolor y desesperación.

Además de bloquear los fondos para ciudades como Nueva York, los mismos republicanos también están bloqueando la ayuda internacional, con la esperanza de aprobar propuestas draconianas y anti-inmigrantes que desmantelarían la vía hacia la inmigración legal, incluido el sistema de asilo. La semana pasada, los republicanos del Senado bloquearon el paquete legislativo porque no incluía sus exigencias en cuanto a la inmigración.

La Administración Biden y los demócratas del Congreso no pueden permitir que esto suceda. El desmantelamiento de nuestro sistema de asilo aumentará el caos en el proceso de inmigración y exacerbará los problemas subyacentes. La inmigración es un tema complejo que exige un enfoque multilateral y bipartidista que tenga en cuenta las necesidades económicas de nuestra nación y la necesidad de un proceso compasivo y ordenado que sea beneficioso tanto para el país como para los inmigrantes, así como otras consideraciones.

El dinero que solicitó la Administración Biden financiaría el personal y construiría la infraestructura y la organización necesarias para que nuestros sistemas de asilo y de inmigración funcionen mejor. Hay $1,4 mil millones destinados específicamente para FEMA que podrían usarse para financiar refugios y dinero adicional para el transporte y los servicios legales que las comunidades que reciben migrantes, así como las comunidades fronterizas, necesitan ahora.

El hecho de que el alcalde Adams de Nueva York haya convertido a los solicitantes de asilo en chivos expiatorios por los recientes recortes presupuestarios no solo es hipócrita sino erróneo. La desinformación también ha empeorado la situación al crear divisiones innecesarias que solo sirven para distraer la atención del problema en cuestión.

La conclusión es que la manera en que el alcalde Adams ha administrado la ciudad es lo que nos ha traído aquí, no los recién llegados. Necesitamos inmigrantes para ayudar a aliviar la escasez de trabajadores en nuestras comunidades y en todo el país. Desde la pandemia, muchos negocios locales necesitan trabajadores, y muchos de estos migrantes que están dispuestos a trabajar no pueden hacerlo debido a su situación. Entonces, ¿por qué no ayudar a facilitar y acelerar el proceso?

Además, Nueva York es el hogar de aproximadamente tres millones de residentes nacidos en el extranjero y cuenta con un orgulloso legado de inmigrantes del pasado y del presente que han contribuido al tejido cultural y económico distintivo que hace de Nueva York una de las ciudades más emblemáticas del mundo. Según un informe del American Immigration Council, en 2021, los inmigrantes tenían un poder adquisitivo de aproximadamente $138 mil millones y pagaron hasta $61 mil millones en impuestos.

Si creamos vías legales seguras y más accesibles para estos migrantes recién llegados, podemos cumplir la promesa de refugio y esperanza plasmada en la Estatua de la Libertad y, al mismo tiempo, inyectar a nuestra economía local mano de obra lista para trabajar, el típico ejemplo de una situación en la que todos ganan y que los republicanos en Washington, al retrasar el proyecto de ley de financiamiento, están decididos a convertir esta situación en un duelo donde solo existe un lado ganado.

El Congreso necesita resolver pronto este último estancamiento sobre la inmigración para garantizar que el dinero federal pueda fluir a las ciudades que lo necesitan ahora mismo, como Nueva York. Sin embargo, esto no significa que los demócratas deban simplemente ceder ante las exigencias republicanas. Especialmente cuando las “soluciones” propuestas son equivocadas, crueles y solo exacerban el caos y el desorden en la frontera y en otros lugares. Construir un muro y dificultar la concesión de asilo o el reingreso ( parole) a los inmigrantes no resuelve la necesidad real de una reforma migratoria abarcadora ni evitará que lleguen más migrantes.

Este es simplemente el último esfuerzo para utilizar a los migrantes como chivos expiatorios por motivos de conveniencia política y para reforzar los bajos resultados en las encuestas. Son vidas humanas —madres, padres, hijos— que huyen de la violencia y la persecución en busca de seguridad y oportunidades. Necesitamos que el Congreso deje de jugar despiadadamente con nuestras vidas y, en cambio, invierta en nuestro futuro colectivo —nuestros trabajadores inmigrantes y nuestra economía— en lugar de un peligroso estancamiento partidista.

Murad Awawdeh es un neoyorquino y un musulmán árabe-estadounidense hijo de inmigrantes. Awawdeh es el director ejecutivo de la Coalición de Inmigración de Nueva York (New York Immigration Coalition).

Vanessa Cárdenas es la directora ejecutiva de America’s Voice, una organización de abogacía a favor de los inmigrantes con sede en Washington. Vanessa llegó a los Estados Unidos cuando tenía 14 años desde su natal Cochabamba, Bolivia, y vive en el norte de Virginia con su familia.