El gobernador de Florida, Ron DeSantis, quiere desesperadamente ser presidente. Pero con el exmandatario Trump aplastándolo continuamente en las encuestas de las primarias del Partido Republicano, la estrategia de DeSantis ha sido tratar de superarlo en crueldad y racismo, particularmente en inmigración, un nivel muy alto de rebasar. A pesar de que uno los ancestros de DeSantis estuvo a punto de no ser admitido en Estados Unidos debido a políticas restriccionistas, él se ha convertido en uno de los políticos más abiertamente extremistas antiinmigrantes en la nación. Eso ha incluido un truco para transportar migrantes vulnerables y una política de “muéstrame tus papeles” que ha sido contraproducente en el estado de la Florida. “Su salto al extremismo de ultraderecha en nombre de sus aspiraciones políticas ha sido alarmente”, según escribió Yuna Oh, Asociada Política de America’s Voice, en el artículo “Ron DeSantis imagina un Estados Unidos sin Inmigración”, publicado en 2023.
Lo que necesitas saber sobre el llamado plan de inmigración y de frontera de Ron DeSantis:
- Defiende la teoría de la conspiración del nacionalismo blanco de que los inmigrantes representan una “invasión”: el plan de DeSantis coincide con la teoría de la conspiración del nacionalismo blanco de que los niños y sus familias en la frontera sur son una verdadera invasión. “No hay excusas: detengan la invasión”, dice el plan. Esta teoría conspirativa ha sido relacionada con una serie de ataques terroristas domésticos, como el ocurrido en El Paso, donde un supremacista blanco asesinó a 23 personas e hirió a otras 22 en agosto de 2019. A pesar de este hecho, DeSantis ha convertido el extremismo en parte esencial de su plan migratorio, haciéndose eco del mensaje nacionalista blanco en un evento de campaña en junio de 2023 anticipando su agenda.
- Respalda la mortal violencia en la frontera sur: en su despiadado esfuerzo por definirse a sí mismo como un nativista extremista para las audiencias de la primaria del Partido Republicano, DeSantis ha hecho un llamado a la violencia en nuestra frontera sur con México. “Si los cárteles están tratando de ingresar productos a este país, van a terminar muertos”, dijo DeSantis ante una asistencia republicana en Iowa. Cuando luego un reportero le preguntó cómo sabría distinguir quién era el objetivo, DeSantis dijo que lo sabría tan solo con mirarlo. DeSantis no solo está haciendo un llamado al perfil racial, sino que está haciendo campaña con mensajes explícitos de violencia mortal.
- Busca continuar con la construcción del inservible e ineficaz muro fronterizo de Trump: no importa que el muro haya empezado como un alarde racista hace casi ocho años durante la primera campaña de Trump, pues ahora es una idea republicana prioritaria poco seria ya que ha sido derribada por fuertes vientos, cortada por sierras de $100 que se pueden comprar en tiendas y traspasada miles de veces. DeSantis dice que militarizará aún más las comunidades fronterizas desplegando militares “hasta que se termine de construir el muro”. Eso quiere decir que los militares permanecerán ahí indefinidamente, porque construir un muro en la totalidad de las 2,000 millas que mide la frontera y su terreno irregular es imposible.
- Promete terminar con la ciudadanía por nacimiento: DeSantis busca cumplir con el sueño supremacista blanco de terminar con la garantía constitucional de la ciudadanía para niños nacidos en Estados Unidos de inmigrantes indocumentados. Si bien su promesa de poner fin a la ciudadanía por nacimiento es legalmente dudosa, representa sin embargo el actual descenso del Partido Republicano hacia el extremismo. Este impulso por cambiar el estándar de ciudadanía consagrado en la Enmienda 14 pondría a DeSantis (y a otros republicanos como Trump) en el lado equivocado de la decisión Dred Scott y en la enmienda de Reconstrucción adoptada después de la Guerra Civil para codificar la ciudadanía de los afroamericanos liberados.
- Busca hacer nacional la costosa y cruel ley de Florida de “muéstrame tus papeles”: El plan de DeSantis también busca que la ley SB 1718 se aplique a nivel nacional, una medida antiinmigrante que ha afectado económicamente a las comunidades y ha provocado una reacción masiva en múltiples ciudades. La ley es tan severa que incluye encarcelar a habitantes de Florida por transportar a una persona indocumentada en el estado, incluso si es un ser querido. La SB 1718 ya estaba haciendo daño incluso antes de su implementación en julio, cuando videos que se volvieron virales mostraban centros de trabajo sin empleados. Desde entonces, los trabajadores inmigrantes han huido del estado, mientras otros miles han protestado en diversas ciudades. Muchos dueños de negocios también cerraron por un día en solidaridad con los trabajadores inmigrantes, que son esenciales en la agricultura, la construcción y la recuperación tras los huracanes. Los expertos creen que el daño fiscal de la ley de DeSantis podría llegar a más de $12 mil millones al año.