Kris Kobach, el Secretario de Estado de Kansas, ha sido artífice de las leyes estatales más antiinmigrantes de Estados Unidos, incluyendo la SB1070 de Arizona y la HB56 de Alabama, entre otras.
Además de perseguir inmigrantes, Kobach se precia de combatir el fraude electoral que, según él, es generalizado y masivo; aunque diversos análisis y estudios concluyen que es mínimo y no generalizado, conclusión con la cual coinciden muchos Secretarios de Estado republicanos. Desde el 2015 solo se han registrado 9 condenas por fraude electoral en todo el país.
Y aunque Kobach no terminó ocupando un cargo en el Departamento de Seguridad Nacional o dirigiendo alguna de las agencias encargadas de aplicar las leyes migratorias, todavía busca dejar su marca al copresidir la llamada Comisión Asesora sobre Integridad Electoral.
Verá usted, Kobach tiene algo así como una obsesión con el presunto fraude electoral que lo ha motivado a impulsar algunas de las más restrictivas leyes electorales del país en Kansas y que han servido de modelo en otros estados. Y usualmente ese presunto fraude electoral es cometido, según Kobach, por inmigrantes.
Y no olvidemos que en las elecciones generales de 2016, el entonces nominado republicano, Donald Trump, insistía en que la elección estaba amañada. Trump gana la elección con el Colegio Electoral, pero es superado por Hillary Clinton en el voto popular por tres millones de sufragios.
Para el inseguro Trump, no ganar el voto popular se ha convertido en una obsesión porque desde su perspectiva le resta credibilidad a su elección. Trump insiste, y Kobach lo avala, en que no ganó el voto popular porque “millones votaron” ilegalmente, incluyendo extranjeros.
De ahí que no sorprenda que el pasado mes de febrero Trump anunciara la mentada comisión sobre la integridad electoral para investigar el “generalizado fraude” que solo existe en las teorías conspiratorias de las que es asiduo y que también son defendidas por Kobach.
La comisión solicitó a los Secretarios de Estado que provean una larga lista de información sobre sus electores, incluyendo los últimos cuatro dígitos de los números de Seguro Social.
Pero a la propuesta se le ve la costura y así se lo han hecho saber a Kobach varios Secretarios de Estado, incluyendo republicanos. Es obvia la intención de avanzar a nivel nacional iniciativas que buscan intimidar a votantes y suprimir el voto, tal y como ha ocurrido con miles de electores en Kansas.
Lo irónico es que en la misiva de Kobach brilla por su ausencia la intromisión rusa en las elecciones de 2016, quizá porque esa intromisión benefició a Trump.
Lo peligroso es que Trump y Kobach estén intentando impulsar medidas de intimidación y de supresión del voto.
Pero a nadie sorprende, porque estos dos personajes antiinmigrantes y dados a las teorías de la conspiración son tal para cual.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice