Por Maribel Hastings, asesora ejecutiva de America’s Voice:
WASHINGTON, DC – El Comité Judicial del Senado reanudó el debate de enmiendas al proyecto bipartidista de reforma migratoria S. 744 y los delicados acuerdos entre empresas y sindicatos sobre los futuros flujos de trabajadores altamente calificados y no diestros que han permitido avanzar el proyecto, estuvieron bajo ataque republicano. Los senadores bipartidistas que integran tanto el panel Judicial como el Grupo de los Ocho mantuvieron otra vez un frente mayormente unido contra las enmiendas que buscan minar la integridad del proyecto y sus pilares.
Las visas para trabajadores fueron el tema en la discusión del Título IV del proyecto, aunque se consideraron varias enmiendas pendientes del Título I de seguridad en la frontera debatido el pasado jueves. Cuando se complete el título IV esta semana, quedan por discutir los Títulos II y III del plan.
Las empresas de alta tecnología quieren más concesiones y menos regulaciones que las logradas en el acuerdo bipartidista del Grupo de los Ocho en torno a las Visas H1B para profesionales altamente calificados, y algunos senadores republicanos buscan ampliar esas concesiones, aunque integrantes del G8 argumentan que esto sólo pondrá en peligro el delicado acuerdo que resultó en el proyecto.
Bajo la medida S. 744 las visas H1B para profesionales especializados aumentan a 110 mil anuales, de 65 mil bajo la ley actual. Ese tope de 110 mil visas puede elevarse a 180 mil pero depende de la tasa de desempleo prevaleciente y de la cantidad de peticiones que se presenten.
Sin embargo, las empresas de alta tecnología argumentan que la tasa de desempleo no debe impedir que se traigan más empleados altamente calificados.
Sindicatos como la central AFL-CIO advierten que más concesiones empresariales ponen en peligro los acuerdos alcanzados y afirman que algunas de las enmiendas republicanas propuestas atentan contra las protecciones laborales para los trabajadores estadounidenses. Por ejemplo, señalan que el proyecto contempla protecciones para evitar que las empresas sólo busquen solicitar profesionales extranjeros mediante visas H1B y prioricen la contratación de estadounidenses con las mismas destrezas.
Según la AFL-CIO, el Buró de Estadísticas Laborales calcula que hay 146,047 profesionales estadounidenses en el área de computadoras activamente buscando empleo. En una carta enviada al presidente del panel Judicial, Patrick Leahy, demócrata de Vermont, y al republicano de mayor rango, Charles Grassley, de Iowa, AFL-CIO advirtió que el panel Judicial haría un gran daño a los trabajadores estadounidenses y al sistema educativo si elimina las protecciones a los trabajadores estadounidenses que contempla el proyecto S. 744.
El senador republicano de Utah, Orrin Hatch, tiene enmiendas en puerta apara ampliar las concesiones a las empresas, pero no todas fueron ofrecidas hoy en una señal de que el G8 intenta negociar para evitar que las enmiendas lastimen el acuerdo sindical-empresarial y por ende, descarrilen el proyecto de reforma.
El panel sí aprobó la enmienda 9 de Hatch que aumenta las cuotas de certificación laboral que pagan los patronos que contratan profesionales especializados mediantes visas H1B de $500 a $1,000 para destinar 70% de los fondos a programas educativos estatales de ciencias, matemáticas y alta tecnología y así mejorar la competitividad de Estados Unidos a nivel global.
Asimismo, el Comité Judicial aprobó la enmienda 58 de Grassley que pide que los empleadores anuncien en el portal del Departamento del Trabajo por 30 días los trabajos de alta tecnología disponibles antes que extranjeros puedan solicitar los puestos mediante la visa H1B.
El panel rechazó en votación 17-1 la enmienda Sessions 1 para limitar la futura inmigración legal mediante visas de trabajo o de residencia a 1.2 millones anuales argumentando que el flujo de inmigrantes legales lastima a los trabajadores estadounidenses. Pero incluso el senador republicano de Texas, Ted Cruz, votó en contra argumentando que la inmigración legal es vital para la economía del país, y Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur e integrante del G8, argumentó que con los baby boomers abandonando la fuerza laboral, esa mano de obra inmigrante, altamente especializada o poco calificada, es necesaria para la economía del país.
Asimismo, el panel rechazó en votación 14-4 la enmienda Cruz 5 que buscaba aumentar en 500% la cifra de visas H1B, de 65 mil anuales al presente, a 325 mil. El proyecto actual aumenta a 110 mil las visas anuales con la posibilidad de incrementarlas a 180 mil.
El senador demócrata de Illinois, Dick Durbin, integrante del Grupo de los Ocho, denunció que la enmienda “eliminaría muchas de las protecciones laborales para trabajadores estadounidenses integradas a este proyecto”.
En resumen, la enmienda de Cruz pretendía deshacer el acuerdo del G8 sostenido a su vez por delicados acuerdos entre los sectores sindical y empresarial sobre las cifras de trabajadores extranjeros que se requieren y sobre protecciones y salvaguardas para los trabajadores estadounidenses e inmigrantes.
Igualmente, el panel rechazó la enmienda Grassley 56 para que todos los solicitantes de visas, incluyendo los de bajo riesgo, sean entrevistados.
De otra parte, el panel aprobó la enmienda Schumer 3 para que los países afectados por la eliminación de la lotería de visas por diversidad –como contempla el S. 744- puedan accesar visas de trabajo.
El proyecto S. 744 propone la creación de la Visa W para trabajadores esenciales no calificados con empleadores registrados y en ocupaciones donde haya escasez de trabajadores. La Visa W, con un mínimo de 20,000 por año, les permite ingresar al país, trabajar para empleadores participantes, cambiar de empleo entre patronos participantes, y eventualmente pueden solicitar la residencia a través del nuevo programa de visas por mérito. La Visa W tiene una duración de tres años, renovable por otros tres años.
Asimismo, el sistema de visa de méritos que contempla el S. 744 se basa en obtener puntos por diversas vías: por tiempo de residencia en Estados Unidos, lazos familiares, nivel educativo, educación o empleo. Se concederán aproximadamente 130 mil de esas visas al año.
Al inicio de la sesión el panel consideró algunas enmiendas pendientes del Título I de seguridad fronteriza que se discutió la semana pasada. Se aprobó, por ejemplo, la enmienda 11 de la senadora demócrata de California, Dianne Feinstein, para limitar el uso de aviones no tripulados (drones) en dos zonas urbanas de California que tienen frontera con México. La idea es evitar que sobrevuelen zonas pobladas.
Igualmente, rechazó en votación 12-6 la enmienda 4 del republicano Sessions que pretendía implementar totalmente un sistema biométrico de entradas y salidas antes de que los inmigrantes que tengan el estatus de Inmigrante Provisional Registrado (RPI, por sus siglas en inglés) puedan solicitar la residencia permanente. Pero el S. 744 ya contempla un sistema biométrico de entradas y salidas sin dilatar la vía a la ciudadanía para los indocumentados como haría la enmienda de Sessions.
El panel recibió 301 enmiendas al proyecto S. 744 disponibles para consideración.
Si el proyecto S. 744, cuya pieza central es una vía a la ciudadanía para 11 millones de indocumentados es aprobado por el comité, la medida pasa a su segunda escala, el pleno del Senado.