Mientras el presidente Donald Trump se empeña en criminalizar a todos los inmigrantes, siguen apareciendo casos que forman parte de nuestra vida diaria para demostrar que la mayoría de los inmigrantes que vivimos en este país somos meritorios y luchamos diariamente para aportar y ser parte clave de esta sociedad.
Este mes de mayo, en el que la mayoría de las universidades de este país celebran sus graduaciones, quiero destacar el logro de una inmigrante en particular: María Alejandra, de 21 años de edad.
María llego a los Estados Unidos desde la República Dominicana a la edad de 5 años. Cuando entró al colegio estuvo involucrada en muchas actividades, siempre enfocada en mejorar su educación. Formó parte de la orquesta de la escuela, donde aprendió a tocar la viola. En el área deportiva formó parte de la liga infantil de soccer para niñas. Cuando entró a la secundaria fue parte integrante del equipo de remo de TC Williams High School, ganando el primer lugar en el Campeonato Estatal de Remo (Junior Four) en 2013.
María también formó parte del equipo de Debate, donde obtuvo el primer lugar en la competencia estatal para su colegio.
Desde muy pequeña tenía un objetivo claro y era graduarse del colegio con honores y entrar a una buena universidad para conseguir su título universitario. En 2014 fue aceptada en la Universidad de Virginia Polytechnic Institute and State University (Virginia Tech), donde este viernes 11 de mayo se gradúa Magna Cum Laude en Ciencias Políticas. María es la primera persona de su familia en graduarse en una universidad en los Estados Unidos.
Como esta inmigrante, existen millones de jóvenes en este país llamados Dreamers, que han logrado lo mismo y más. Estos jóvenes merecen una oportunidad, sus vidas están llenas de logros, son parte de la sociedad y se han asimilado a la cultura. Estos jóvenes son un regalo, nos hacen sentir orgullosos de ser latinos. Nos muestran que con esfuerzo y sacrificio se pueden lograr los sueños. No son criminales ni pandilleros, como este gobierno quiere pintarlos.
Yo me siento enormemente bendecida, ya que María Alejandra es mi hija, y los logros de los hijos son mil veces más gratificantes que los nuestros. Siempre supe que ella podría lograr todo lo que se propusiera si trabajaba duro. Gracias a Dios veremos todos sus esfuerzos culminados este fin de semana. Sé que este es solo el comienzo.
En su birrete de graduación, mi hija escribió estas palabras:
“No hay límites para lo que nosotras, como mujeres, podemos lograr”: Michelle Obama