• Republicanos torpedean el acuerdo migratorio que se negocia en el Senado para no quitarle a Donald Trump su tema predilecto durante la campaña presidencial: la inmigración y la frontera
• La Corte Suprema le autoriza al gobierno federal remover el alambre de púas que el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, colocó en la frontera, pero éste desafía la orden e instala más, mientras Trump pide el envío de guardias nacionales a la franja
►Varios reportes de prensa reseñan que los republicanos no quieren incluir el tema migratorio en el plan de ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán cediendo a la presión de Trump porque si se soluciona el asunto le estarían quitando al expresidente su arma electoral favorita: decir que la frontera está “abierta” y que estamos siendo “invadidos” por migrantes. El acuerdo que negocian senadores demócratas y republicanos con la Casa Blanca contempla medidas draconianas que según los propios republicanos fortalecerían a Trump si resulta nominado y gana la presidencia. Sin embargo, y confirmando una vez más que los republicanos no quieren solucionar el problema migratorio sino explotarlo con fines electorales, parece que el acuerdo será engavetado. El senador republicano de Utah, Mitt Romney, tildó de “escandaloso” que un candidato como Trump anteponga sus intereses políticos a la “seguridad” de la nación.
►De otra parte, se intensifica la batalla entre el gobierno federal y Abbott por el control de la frontera. Aunque la Corte Suprema autorizó la remoción del alambre de púas que Abbott instaló, el gobernador argumenta que Texas tiene derecho a autodefenderse de lo que llamó una “invasión de migrantes”. Trump aprovechó la disputa entre Biden y Abbott para pedirle a los estados que envíen la Guardia Nacional a la frontera.
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