El líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja, Eric Cantor, de Virginia, envió un memorando el viernes sobre lo que se discutirá en junio, pero la reforma migratoria brilla por su ausencia. No es sorprendente, pues quien hace unos meses dijo tener un plan de legalización para DREAMers, ahora, en medio de su primaria, tilda todo de amnistía. Su giro, más que a la derecha, es hacia un risco.
Mientras el liderazgo republicano de la Cámara Baja deja correr el tiempo para presentar y debatir un plan de reforma, junio también corre marcando aniversarios significativos en la lucha por esa reforma.
El pasado viernes 6 de junio se cumplió un año del voto de una enmienda del congresista republicano de Iowa, Steve King, para quitarle los fondos al programa de Acción Diferida (DACA) que ampara a los DREAMers de la deportación. La enmienda de King al plan de gastos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se aprobó con el apoyo de 220 de los 234 republicanos de la Cámara Baja.
King sigue siendo el Rey del discurso antiinmigrante y del discurso migratorio del Partido Republicano. Aunque los líderes republicanos le huyen al debate de la reforma como el diablo a la cruz, sí le han vuelto a permitir a King más votos de enmiendas en contra de DACA.
Este programa se anunció hace dos años, el 15 de junio de 2012. Se renovó la semana pasada por otros dos años. Tras los intentos fallidos de impulsar una reforma migratoria amplia y el DREAM Act para legalizar a jóvenes indocumentados, fueron los mismos DREAMers quienes encabezaron la presión por una protección administrativa de la deportación que la Casa Blanca aseguraba no podía conceder.
En medio de la reelección de 2012 y con truenos de apatía electoral entre electores latinos molestos por los altos índices de deportaciones de conocidos, amigos y familiares, la administración anunció DACA y con ello energizó a ese sector del voto hispano para quien la inmigración es tema definitorio. Sin cumplir la promesa de reforma de 2008, Obama incluso aumentó el apoyo del voto hispano con respecto a 2008. Es el mismo DACA que los DREAMers y otros piden que se amplíe para proteger de la deportación a otros grupos de inmigrantes en tanto el Congreso aprueba una reforma migratoria.
Fue un 27 de junio de 2013 que el Senado aprobó un imperfecto pero importante plan de reforma migratoria con vía a la ciudadanía, en votación 68-32 con el apoyo de todo el caucus demócrata y de 14 republicanos.
En casi el año que ha pasado, el liderazgo republicano de la Cámara Baja se ha negado a considerar ese proyecto tildándolo de amnistía, pero tampoco presentan una alternativa. Si nada ocurre, en enero, con un nuevo Congreso, hay que comenzar de cero y con escasas posibilidades si los republicanos controlan ambas cámaras y por el dominio de la política electoral rumbo a las presidenciales de 2016.
El tiempo corre y millones a través del país temen ser el próximo blanco de una deportación. Las batallas largas, como la de la reforma, suelen generar división y fatiga. Nos encontramos, hasta cierto grado, en esa etapa.
Así, cuando surgen sondeos que recuerdan que a los latinos no sólo les interesa la inmigración sino otros temas, como la educación y la economía, hay quienes los usan de excusa para pedir que se pase la página. Como si no estuvieran entrelazados. Como si la educación y la economía no tuvieran que ver con la inmigración. Como si los indocumentados vivieran aislados. Están en escuelas y universidades, en los empleos, llevan a cabo labores que también mueven la economía. Quizá usted tiene familiares, amigos o conocidos indocumentados. Y póngale el sello que hay manos indocumentadas en muchos de los servicios que usted recibe o busca.
Quienes se lamentan de que el tema le roba oxígeno a otros asuntos de interés para la comunidad latina deberían precisamente promover que se le busque una solución para sacarlo de la mesa y no sólo echarlo a un lado y pretender que nada está pasando.
Mientras muchos presionan por esa solución junio avanza con sus aniversarios agridulces.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice