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En Colorado los votantes hispanos deciden elecciones cerradas

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Tercera escala: Colorado

DENVER  – Pueden ser indocumentados, naturalizados, o hispanos de primera, segunda o de posteriores generaciones, pero si algo une a muchos hispanos de Colorado es su descontento con la retórica antiinmigrante que ha emanado de los aspirantes a la nominación presidencial por el Partido Republicano.

Para David Ramírez, un hispano de cuarta generación de Colorado, el tono y las propuestas republicanas en materia migratoria son “insensibles, pocos sinceras e insultantes” y son un factor determinante en cómo votará. “No importa si eres mexicano, mexicanoamericano, sudamericano, si eres naturalizado o de cuarta generación. Todos somos parte de la misma historia y este asunto nos afecta a todos”, indicó Ramírez mientras catalogó la propuesta de autodeportaciones del precandidato Mitt Romney como “insólita”.

“Proponer eso es ignorar la aportación de millones de inmigrantes a nuestra economía y es ignorar al voto latino”, agregó.

El tono y las propuestas migratorias pueden ser tan importantes, que han llevado a algunos republicanos hispanos a cambiar de partido.

Olivia Mendoza, directora ejecutiva del Colorado Latino Leadership Advocacy and Research Organization (CLLARO), y su familia se legalizaron con la amnistía que promulgó el presidente republicano Ronald Reagan en 1986.  Sus padres permanecieron fieles republicanos “hasta el 2008, cuando viendo Univisión sale John McCain hablando contra la reforma migratoria cambiando totalmente su postura”.

“Para el latino el insulto es muy personal”, afirmó Mendoza.

Junto a la economía y los empleos, la inmigración figura entre los temas importantes entre los votantes latinos de Colorado que en las elecciones generales del 2008 otorgaron 61% de su apoyo a Barack Obama colocando al estado en la columna demócrata tras los triunfos republicanos de George W. Bush en los comicios del 2000 y 2004.

Contrario a 2008, Romney perdió las asambleas populares republicanas en Colorado este martes aunque sigue en la delantera en la lucha por convertirse en el nominado republicano que enfrente a Obama en noviembre.

Colorado se perfila, otra vez, como uno de los estados competitivos donde el voto latino puede hacer la diferencia en una contienda cerrada.

El presidente Obama cuenta con el apoyo del voto latino de Colorado donde los hispanos representan 21% de la población,  13% son elegibles para votar y la mayor parte son demócratas.

La interrogante es si en noviembre acudirán a las urnas en cifras suficientes para garantizar que Colorado permanezca en la columna demócrata.

La economía y la inmigración, en ese orden, son temas centrales para los votantes latinos de Colorado, indicó Robert Preuhs, profesor adjunto de Ciencias Políticas del Metropolitan State College de Denver.

El tema migratorio moviliza a la comunidad como demostró el debate estatal por la medida SB 126, conocida como Colorado ASSET, y que habría otorgado a los estudiantes indocumentados la oportunidad de pagar la misma matrícula que los residentes del estado, explicó Preuhs. También fueron motivados por los esfuerzos de presionar al único latino republicano en la Cámara Baja estatal, Robert Ramírez, a reconsiderar su oposición al proyecto.

Quienes han dominado el discurso republicano en Colorado han sido figuras antiinmigrantes como Tom Tancredo, el ex congresista que buscó la gubernatura en 2010, pero perdió ante el demócrata John Hickenlooper, quien apoya el DREAM Act. En esa misma elección, otro defensor del DREAM Act, el senador Michael Bennet, ganó la reelección por apenas 15,000 votos con el apoyo de 81% de los votantes latinos contra el republicano Ken Buck.

Preuhs reconoce que entre los votantes latinos de Colorado hay frustración “por la falta de movimiento a nivel federal” en torno a la reforma migratoria, pero al mismo tiempo señala que el mensaje republicano no apela al votante latino de estado.

Si Romney mantiene las posturas de autodeportaciones y de vetar el DREAM Act “ciertamente perderá el voto latino”, afirmó Preuhs.

Empero, aclaró que en el estado en general, “algunas de esas posturas son populares entre los votantes no latinos de manera que me parece que habría una contienda cerrada en un estado competitivo como Colorado”.

La organización Mi Familia Vota, que promueve el registro y la participación de votantes, reconoce que en este ciclo electoral 2012 enfrentarán retos de diverso tipo para movilizar a los votantes.

Uno de esos retos lo ha presentado el Secretario de Estado, Scott Gessler, quien argumentando fraude electoral se ideó el concepto de “votante inactivo” que establece que quienes votaron, por ejemplo en 2008 pero no lo hicieron en 2010, son catalogados como “votante inactivo”. El asunto se debate en tribunales y es considerado un intento de suprimir el voto, particularmente de minorías como los hispanos, explicó Grace López Ramírez, directora estatal de Colorado de Mi Familia Vota.

Otro reto es el descontento entre ciertos votantes latinos  por la falta de reforma migratoria y por el efecto de la política de deportaciones.

“Es duro movilizar votantes cuando tus amigos o familiares está en proceso de deportación”, agregó, por su parte, Julie Gonzáles, de la Coalición de Derechos de los Inmigrantes de Colorado, aunque declaró que la retórica antiinmigrante esgrimida por los republicanos puede ser un factor de movilización.

Mendoza declaró que “cuando alguien te cumple, la gente vota” y aunque admite que ha habido mucha desilusión por la falta de reforma, otros factores parecen estar motivando a los votantes latinos: “la economía va mejorando, muchos han encontrado trabajo y la revisión de las deportaciones ha traído esperanza a muchos”.

En un mercado mexicano de Denver conversamos con indocumentadas que llevan 22 años, 14 años y 12 años viviendo en Estados Unidos. Todavía le dan el beneficio de la duda a Obama y esperan que quienes pueden votar le den una segunda oportunidad.

“Si la reforma migratoria estuviera sólo en manos de Obama, ya lo hubiera hecho. Todo va por pasos.  Es como una casa destruida que no levantas de un día para otro”, dijo una.

“Hay que tener paciencia”, concluyó otra.