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El revolú de la HB 56

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Washington – Carmen Vélez dice que se sintió humillada cuando al tratar de renovar la matrícula de su vehículo, la empleada del Departamento de Vehículos de Motor (DMV) de una ciudad de Alabama ni siquiera le pidió la licencia de conducir sino su acta de nacimiento, que no traía consigo. Al ir a su casa y regresar con el acta de nacimiento de Puerto Rico, se sintió aún más humillada cuando otra funcionaria le indicó que el documento no era válido porque no era de Estados Unidos.

Vélez siente que fue víctima de perfil racial bajo la ley antiinmigrante HB 56 porque ni siquiera había mostrado su licencia de conducir vigente del estado de la Florida cuando ya la estaban pidiendo el acta de nacimiento. También fue víctima de la desinformación de quienes desconocen que Puerto Rico es territorio de Estados Unidos y que los puertorriqueños son ciudadanos. Esto último no es exclusivo de Alabama, pero a la sombra de la HB 56 cobra especial importancia.

El año pasado entró en vigor una ley que obligó a los puertorriqueños a obtener un nuevo certificado de nacimiento como parte de una iniciativa para combatir el robo de identidad.

El certificado de Carmen es de los nuevos.

Carmen narra así el intercambio con la empleada y con la supervisora de la empleada:

“La empleada me dijo que mi acta de nacimiento no es válida porque necesito una de Estados Unidos. Le dije que Puerto Rico es parte de Estados Unidos. Me respondió que no, que mi acta de nacimiento no sirve. Le dije, señora, si nací en Puerto Rico, ¿cómo quiere que le dé un acta de nacimiento de uno de los 50 estados? Me preguntó que de qué parte de Nuevo México o de Baja California es Puerto Rico”.

“¿Me está vacilando?, le respondí. Puerto Rico es territorio de Estados Unidos. Pedí hablar con su supervisora quien vino y me dijo lo mismo: tu acta de nacimiento no es válida porque necesitamos una de Estados Unidos. Y a todo esto todavía seguían sin ver mi licencia de conducir. Pedí hablar con algún supervisor que supiera que Puerto Rico es parte de Estados Unidos y que nuestras actas de nacimiento son válidas aquí. Es la nueva. La acababa de recibir. Me dijeron que tenía que traer una carta evidenciando que el acta de nacimiento es válida”, narró Carmen.

Casi dos horas después accedieron a renovarle la matrícula, pero con esta advertencia para el año entrante: tiene que tener un acta de nacimiento de Estados Unidos.

“Pero, ¿cómo voy a tener un acta de nacimiento de otro lugar si nací en Puerto Rico? Increíble. Estuve a punto de llorar. Había más de 60 personas presenciando todo esto. Me sentí super avergonzada, humillada. La gente me miraba como si tuviera dos cabezas”, agregó.

El caso de Carmen ilustra cómo la HB 56 puede afectar no sólo a indocumentados sino a ciudadanos de origen hispano.

“Esta ley es injusta y nos perjudica a todos, no importa de dónde seamos y si tenemos o no papeles porque mayormente se dejan llevar por el perfil racial”, indicó.

Días atrás se reportó del ejecutivo alemán de la Mercedes Benz detenido por una infracción de tránsito y porque no tenía consigo su licencia de conducir.

La aplicación de la HB 56 en contra del ejecutivo alemán de una empresa que genera empleos en Alabama provocó, según reportes de prensa, llamadas de parte del gobernador de Alabama, Robert Bentley, para buscar explicaciones a lo ocurrido. Bentley promulgó la ley.

Los cargos contra el ejecutivo se anularon. Las llamadas de Bentley son algo que Carmen no recibirá ni tampoco otros ciudadanos o residentes legales que pueden ser afectados por la HB 56, ni los miles de inmigrantes que realizan trabajos necesarios en Alabama en diversos rubros y que han abandonado el estado o viven en constante temor, ni los niños ciudadanos que temen día a día que sus padres sean detenidos.

“Aquí lo que hay es un revolú porque ellos (los empleados) no saben qué han aprobado, qué no han aprobado y encima, no saben ni la historia de Estados Unidos”, afirmó Carmen.

En efecto, lo que hay en Alabama con la HB 56 es un tremendo revolú.