De la esperanza al desengaño. Así podría resumirse la experiencia de miles de migrantes en su intento de modificar el sentido de sus vidas al elegir a Estados Unidos como su destino principal. El deseo de avanzar les hace creer que vencerán obstáculos en el camino, pero conforme se enfrentan a la peligrosa realidad geográfica y a la siniestra forma en que la delincuencia organizada se aprovecha de su situación, muchos terminan por sucumbir.
►“Yo aunque llueva no me voy a detener más. Aquí vamos pa’lante. Con la ayuda de Dios, sí vamos a pasar”: Idemar, migrante de Venezuela. “Aunque tenga miedo, pero no voy sola, voy con el de arriba”: Victoria, migrante de Honduras. “Eso se ha visto, que han regresado a mucha gente, pero ya uno va positivo”: Danny, migrante de Venezuela.
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►”Son ya millones quienes han cruzado la frontera sur. Muchos tras el sueño americano, pero no todos lo logran porque mueren en la travesía o porque se convierten en víctimas de traficantes de personas que los secuestran y venden para mano de obra esclava moderna, tráfico de órganos o tráfico sexual”: Raíces Venezolanas, organización que ha lanzado en Florida una campaña para visibilizar a las víctimas de tráfico humano.
El Nuevo Herald Un brazalete para visibilizar a las víctimas de tráfico humano en la frontera sur
►“Han sufrido toda clase de abusos, toda clase de maltratos. Entonces es por definición una población de alto rieso”: Arturo Archila, psiquiatra.
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