Washington, DC — Un destacado artículo del Washington Post, “Trump and allies plotting militarized mass deportations, detention camps”, demuestra los escalofriantes riesgos y planes de Donald Trump y Stephen Miller con respecto a las deportaciones militarizadas y la expulsión de inmigrantes establecidos en comunidades de E.E.U.U. (basándose en anteriores informes de The Atlantic y New York Times). Como deja claro el artículo, las amenazas contra los inmigrantes son reales y devastadoras, y coinciden con promesas anteriores de Trump, en parte debido a un esfuerzo renovado de incluir en un posible segundo mandato únicamente a funcionarios lealistas que se sientan cómodos con tales políticas.
Mas visible e igual de relevante es un nuevo informe del Centro Niskanen que analiza los detalles del Proyecto 2025 de la Fundación Heritage sobre las políticas de inmigración. El proyecto 2025 está alineado con un posible segundo mandato de Trump y, como evalúa Niskanen, “casi el 64 por ciento de sus recomendaciones [de Heritage]” para un primer mandato de Trump se implementarían dentro del primer año. Al analizar la nueva versión del Proyecto 2025, Niskanen señala que las propuestas de política de inmigración son:
“Mucho más complejas y destructivas de lo que se informó anteriormente. No se trata simplemente de actualizar las ideas del primer período, desempolvarlas y reimplementarlas. Más bien, refleja un plan integral meticulosamente orquestado, para disminuir los niveles de inmigración como nunca antes y aumentar el poder del gobierno federal en los estados. Estas propuestas eluden el Congreso y los tribunales y están diseñadas específicamente para desmantelar los principios de nuestro sistema de inmigración”.
Niskanen destaca los planes del Proyecto 2025, entre otros, para “Bloquear la ayuda financiera federal hasta dos tercios para todos los estudiantes universitarios estadounidenses si su estado permite que ciertos grupos de inmigrantes, como los recipientes de DACA (o ‘Dreamers’ en inglés) con estatus legal, accedan a la matrícula estatal”. “Eliminar el estatus legal de 500,000 ‘Dreamers’ y reducir el personal que revisa y procesa las solicitudes de renovación”, “revocar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) al “eliminar la protección legal y autorización de trabajo de 700,000 personas y “Usar números acumulados para activar la suspensión automática de la admisión de solicitudes para grandes categorías de inmigración legal”. El ataque a la inmigración legal, las consecuencias para las personas que no son inmigrantes y la escala de la perturbación económica son sencillamente sorprendentes.
Vanessa Cárdenas, directora ejecutiva de America’s Voice, dice:
“Dejemos algo claro: un segundo mandato de Trump sería devastador para todos los estadounidenses. La obsesión del equipo de Trump de eliminar inmigrantes del país, tendría un impacto devastador en nuestra economía y la aplicación de nuestras leyes y transformaría los valores de nuestra nación en el proceso. “Envenenar la sangre” del pueblo y prometer redadas masivas para “purgar” al país de inmigrantes no son sólo líneas de aplauso para Trump, sino también amenazas sombrías respaldadas por propuestas políticas.
Todos los estadounidenses sensatos –incluidos los líderes demócratas– deben montar una respuesta agresiva a la distopía de Trump. No se puede ser parte de la visión caótica y destructiva de Trump para Estados Unidos. El objetivo declarado de Donald Trump, unir al pueblo estadounidense contra todos aquellos nacidos en el extranjero, muestra su deseo de dividir a los estadounidenses según criterios de raza, clase y geografía. En su conjunto, deja claro que lo que está en juego va mucho más allá de la política de inmigración y, por el contrario, es central para cuestiones tales como quiénes somos como país y nuestro futuro como una democracia inclusiva y multirracial”.
