Tanto defensores de inmigrantes como legisladores de las filas demócrata y republicana serían tomados por sorpresa ante la eventual postergación de las medidas de Obama, pues mientras los demócratas alistaban las posibles consecuencias de las acciones del mandatario, los republicanos ya estaban listos para bloquear legislativamente, e incluso a través del presupuesto, cualquier medida tomada por Obama.