Obama insistió en que tiene el poder legal para actuar y reparar el sistema migratorio que, dijo, se encuentra roto, e insistió en que el beneficio anunciado a finales del año pasado se trata de una medida temporal, y subrayó que la solución permanente al problema de los 11 millones de indocumentados pasa por la aprobación en el Congreso de una reforma migratoria.