Más de cien familias de inmigrantes, líderes religiosos y sindicalistas se reunieron fuera de la sede de la Cámara de Representantes estatal el miércoles el primero de mayo para pedirle al Congreso federal que apruebe una reforma completa a las leyes de inmigración del país. Muchos sostenían pancartas y vestían camisetas que llevaban la leyenda “ningún ser humano es ilegal”. Una familia sostenía un letrero en español que pedía mantener a las familias que viven en el país unidas. Entre quienes hablaron en el acto público estaba Kristela Hernández, residente del poblado de Nashua, quien dijo que las deportaciones destrozan a las familias como las que comenzaron a vivir en Estados Unidos antes. También Instó al Congreso federal a dejar de deportar a aquellos que podrían ser elegibles para ser ciudadanos estadounidenses.
