El mexicano Eduardo Mireles Salazar, entrenador de ligas locales de fútbol en Carolina del Norte y cuya nieta suplicó a Inmigración que no le deportaran, no
tendrá que abandonar el país. El caso de Mireles Salazar capturó la atención nacional cuando entre lágrimas su nieta, Sharytin Hernández, de 8 años, durante un vigilia solicitó a ICE que no la separaran de su abuelo. “Estamos muy contentos todos en la familia porque no me deportarán a México y sobre todo la niña. Fue una situación difícil, pero mi recomendación a la gente es que no se queden callados, y den a conocer su historia”, dijo hoy a Efe Mireles Salazar.