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Rubio y la reforma: gana si lidera, pierde si se aleja

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Inmigración: Si Marco Rubio abandona el proceso, Marco Rubio es quien pierde
Los contrastes: mientras Rubio titubea, el senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, lidera

Washington, DC  – Esta semana dos senadores republicanos con papeles influyentes en el debate migratorio han evidenciado diferentes perfiles de liderazgo. El senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, quien enfrenta la reelección en 2014 en uno de los estados más conservadores del país, respondió así a la posibilidad de que quienes se oponen a la reforma migratoria paguen por anuncios en su contra: “si quieren proceder con los anuncios,  gasten todo el dinero que quieran gastar..No pienso retroceder”. Graham de este modo acepta su papel y su responsabilidad y reconoce que el momento de la reforma es ahora diciendo que “nos encontramos en un punto en el cual 2013 ofrece la mejor oportunidad que yo haya visto de concretar un proyecto de reforma migratoria amplia…Estoy confiado”.

Y ahora Marco Rubio. El pasado domingo el senador republicano de Florida le echó un balde de agua fría a los desarrollos migratorios cuando al anunciarse un acuerdo entre los sectores sindical y empresarial sobre un plan de trabajadores temporales en el marco del proyecto de reforma migratoria, Rubio manifestó preocupación porque el proceso va demasiado rápido. Rubio le envió una carta  al presidente del panel Judicial del Senado, Patrick Leahy, externando su preocupación, una misiva similar a la que enviaron a Leahy los opositores de la reforma, Jeff Sessions y Charles Grassley, senadores republicanos de Alabama y de Iowa, respectivamente.

Luego, en un artículo de la publicación POLITICO, algunos estrategas republicanos anónimos dijeron que “el senador de Florida está más que dispuesto a desconectarse (del proceso) si entiende que la resistencia de los conservadores es muy fuerte” y que “el punto de vista de Rubio ha evolucionado de creer que necesitaba de la aprobación (de la reforma) para evidenciar logros sustanciales, a creer que se le reconocerá haberlo intentado agresivamente”.  Según uno  de los estrategas, “lo que cuenta es haber tratado”.

Esto ha llevado a muchos observadores a especular sobre las motivaciones de Rubio  y su capacidad de liderazgo. ¿Está el senador listo para dirigir o está listo para abandonar los esfuerzos pro reforma?

Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, dijo que “si el senador Rubio cree que puede echar por tierra la reforma migratoria y beneficiarse políticamente, está muy equivocado”.

“Los estadounidenses quieren que el gobierno de Washington y sus líderes reformen de una vez y por todas el disfuncional sistema migratorio. No quieren más artimañas políticas. La realidad es que en ese punto, el senador Rubio tiene mucho que perder si da marcha atrás en el tema de la reforma migratoria y mucho que ganar si ayuda a que se apruebe. Si opta por una de las salidas que parece estar considerando los votantes latinos nunca olvidarán que antepuso sus ambiciones políticas a las esperanzas y los sueños de su comunidad. Y los conservadores anti reforma no le darán su acogida por abandonar el proceso. Por otro lado, si Rubio lidera y produce un avance histórico en la reforma migratoria, será reconocido como un líder que toma riesgos y produce resultados”, agregó Sharry.

¿Qué pasaría si Rubio abandona los esfuerzos y la reforma fracasa? Un reciente sondeo de Latino Decisions encontró que 60% de los votantes latinos culparía a los republicanos si la reforma migratoria fracasa en 2013; 15% culparía a los demócratas; y 10% a ambos partidos. Sobre los fracasos previos de la reforma, un 64% de los votantes latinos culpó a los republicanos y sólo 10% a los demócratas.

¿Qué pasaría si la reforma se aprueba y los republicanos comparten el crédito con los demócratas? El mismo sondeo concluyó que un 44% de los votantes latinos a nivel nacional dicen que se inclinarían a votar republicano si el partido ejerce liderazgo y se esfuerza para que se apruebe una reforma migratoria con vía a la ciudadanía para los indocumentados. Esto incluye un 43% de los latinos que votaron por
 
Obama en el 2012, y un 49% de los que se identificaron como independientes. Un 52% de los latinos aseguran haber votado por candidatos republicanos en algún momento.

“Cualquiera que sea la estrategia de Rubio, sólo esperamos que lidere y no dé marcha atrás”, concluyó Sharry.
 
A continuación, artículos, columnas y blogs de varios observadores en torno a los últimos desarrollos del senador Rubio y la reforma migratoria:

•         Lea aquí la columna de Maribel Hastings de America’s Voice:  http://americasvoiceonline.org/analisis/rubio-e-inmigracion-o-con-dios-o-con-el-diablo/