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Obama dice que no quiere dividir familias; DHS separa a una niña ciudadana de sus padres

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Washington, DC – En la última escala de su visita a América Latina, en El Salvador, el presidente Barack Obama refrendó ayer su compromiso con una reforma migratoria integral y afirmó que “tenemos que garantizar un sistema de inmigración legal que sea efectivo y que no sea frustrante para las familias y que no divida familias”.

Pero hoy y desde la semana pasada, varios medios reportaron sobre el caso de la niña Emily Samantha Ruiz, de cuatro años de edad, nacida en Estados Unidos de padres indocumentados, y retornada a Guatemala tras regresar de unas vacaciones en el país centroamericano.

La menor regresaba a Estados Unidos procedente de Guatemala junto a su abuelo. El hombre fue detenido por presuntas pasadas violaciones a las leyes de inmigración y la menor, en lugar de ser entregada a sus padres,  fue enviada de vuelta a Guatemala junto a su abuelo.

La agencia noticiosa EFE y el diario angelino La Opinión reportan hoy sobre el caso como también lo hicieron esta semana, entre otros,  AOL Latino, y como reportó en exclusiva la semana pasada la afiliada deUNIVISION en Nueva York.

Esta historia es otro ejemplo del efecto negativo de nuestro resquebrajado sistema migratorio sobre las familias. Asimismo, demuestra cómo la retórica del presidente no coincide con las acciones de su administración.

A pesar de las promesas de enfocar las políticas de deportación en “lo peor de lo peor”, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sigue deportando a cientos de miles de inmigrantes sin historial criminal, se rehúsa a limitar el alcance de programas como Comunidades Seguras  a criminales convictos, y sigue arrestando y tratando de deportar a jóvenes elegibles para el DREAM Act.

Según Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, “las acciones de la administración Obama no concuerdan con la retórica del presidente”.

“El presidente está en lo correcto al decir que nuestro sistema migratorio debe mantener a las familias unidas y no separarlas, pero desafortunadamente su administración ha hecho exactamente eso. Hay una amplia brecha entre los principios del presidente en el tema migratorio y las políticas que su gobierno está implementando y el costo humano de esta desconexión está alcanzando niveles trágicos”, agregó Sharry.

“Es cierto que necesitamos que el Congreso apruebe una reforma migratoria integral, pero también necesitamos que el presidente Obama ejerza control sobre su Departamento de Seguridad Interna para garantizar que las acciones de la agencia coincidan con el compromiso del presidente de aplicar nuestras leyes migratorias con criterio, humanidad y sentido común”, concluyó Sharry.