Frank Sharry: los republicanos están en camino de crear una versión acelerada del ciclo electoral de 2012, lo que podría hacer que sus anteriores problemas con los votantes latinos parezcan algo anticuados
Washington, DC – Republicanos, tienen un problema. Sus candidatos y su partido verdaderamente están construyendo un muro… pero entre los votantes latinos y su partido.
Una nueva encuesta entre latinos realizada por AP/GFK revela que Donald Trump es enormemente impopular entre los votantes de esa comunidad. Sólo 11% lo ven favorablemente. Mientras tanto, Jeb Bush y Marco Rubio, candidatos con un perfil más orientado al orden establecido y de los que se piensa son la respuesta al problema hispano del Partido Republicano, tienen mejores resultados (26% y 23%, respectivamente), pero en ningún caso lo suficientemente cerca del umbral de 42%-47% necesario para ganar la elección general.
No debería extrañar entonces que los latinos y sus aliados se estén movilizando para enviar un mensaje a los republicanos. Mientras éstos se reunirán mañana en Boulder, Colorado, para el debate de su partido, miles de líderes locales y nacionales llevarán a cabo una manifestación masiva afuera de la sede, tanto para responder a los más recientes ataques antiinmigrantes, como para lanzar “Mi País, Mi Voto”, una campaña de registro de votantes sin precedentes durante 12 meses, a fin de movilizar a los latinos de Colorado, a los inmigrantes y a sus aliados votantes (consulte más en www.mycountrymyvote.org)
De acuerdo con Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, “en gran medida debido a la inmigración, el Partido Republicano está construyendo un muro entre sus candidatos y los votantes latinos. En 2012, la etapa primaria de Mitt Romney adoptó la ‘autodeportación’ y su promesa de vetar el DREAM Act contribuyó a que tuviera los históricos bajos niveles de apoyo latino. Ahora, en 2016, los republicanos se están haciendo aún más a la derecha hablando de deportación masiva, negando ciudadanía a los niños nacidos en Estados Unidos y la gran mentira de la ‘seguridad fronteriza primero’, de la que sabemos con base en 30 años de amarga experiencia que se traduce en reforzar la seguridad solamente. Como resultado, el Partido Republicano está en camino de crear una versión acelerada del ciclo electoral de 2012 que podría hacer que los anteriores problemas de los republicanos con los votantes latinos parezcan leves. Esta primaria presidencial del Partido Republicano exhibe campañas de nativismo explícito y antilatino por parte de sus candidatos favoritos, e incluso los supuestamente candidatos pro reforma como Bush y Rubio han sido atrapados en la tóxica resaca antiinmigrante. Enfrentado a una crisis existencial en torno a cómo incursionar en el nuevo electorado estadounidense, el Partido Republicano se encamina exactamente hacia la dirección equivocada”.