El año pasado, más de 25 millones de latinos tenían la posibilidad de votar en las elecciones de medio término de Estados Unidos. Eran el 11% del total del padrón. Por eso, la comunidad hispana, la primera minoría en ese país desde hace más de diez años, es uno de los principales objetivos que tienen en cuenta los políticos estadounidenses en sus actos públicos.