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La muerte de un inmigrante de 16 años en custodia de CBP no fue un accidente

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La política para disuadir a otros migrantes es la culpable

Ayer, ProPublica dio a conocer un perturbador video en el que se documenta que la muerte de Carlos Gregorio Hernández Vázquez, de 16 años de edad, mientras estaba en custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en mayo pasado fue una tragedia evitable.

Los horribles detalles revelan que CBP mintió sobre lo ocurrido y encubrió sus acciones. Este descarado intento de encubrir su responsabilidad ha sido expuesto no por los mecanismos internos de rendición de cuentas de CBP, sino por fuerzas locales del orden y por el periodismo de investigación que realiza ProPublica para descubrir la verdad. La terrible noticia y la complicidad de CBP para encubrirla arroja luz sobre la cultura de impunidad de la agencia. Es un cruel recordatorio de por qué necesitamos ir más allá de las elementales exigencias para llamar a rendir cuentas a CBP e insistir en una revisión completa de la agencia, su cultura, sus prácticas y su liderazgo.

Esta muerte es parte de un patrón de conducta y, al mismo tiempo, es resultado de una política. Diez migrantes han muerto en custodia del DHS este año durante el presente gobierno, y al menos dos eran menores de edad, incluyendo a Carlos. Esta semana, el 8 de diciembre, se cumple el primer aniversario de la muerte en custodia de Jakelin Caal Maquin, de 7 años, en El Paso, que atrajo la atención nacional. En la primavera, el gobierno de Trump decidió detener intencionalmente a los menores en peligrosas y mortales condiciones, como parte de su estrategia para disuadir a otros migrantes de solicitar asilo, y a fin de enviar un “fuerte” mensaje. Una nota deWashington Post de noviembre dio a conocer lo siguiente:

“Cuando miles de niños migrantes terminaron varados en estaciones de la Patrulla Fronteriza en la primavera pasada, el gobierno del presidente Trump describió la crisis como el resultado espontáneo de la multitud de migrantes que sobrepasaron el sistema de inmigración del país. Pero la acumulación también fue resultado de decisiones políticas de las que los funcionarios sabían que entramparían a menores no acompañados en enredos burocráticos y los dejarían en precarias condiciones… El gobierno sabía que las medidas saturarían los refugios para niños, según documentos y actuales y antiguos funcionarios, pero tenía como objetivo enviar un mensaje a los migrantes centroamericanos: venir a Estados Unidos ilegalmente tiene consecuencias”.

De acuerdo con Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice:

“La innecesaria muerte de Carlos Gregorio Hernández Vázquez es parte de un patrón de conducta mucho más amplio del CBP y el más reciente recordatorio de por qué la cultura de impunidad de la agencia debe ser enfrentado y cambiado. Es un ejemplo terrible de cómo el deseo del gobierno de Trump de enviar un fuerte mensaje de disuasión a solicitantes de asilo y migrantes no solamente es cruel y caótico, sino que ha conducido a un creciente número de muertes.

En una agencia y un gobierno normales, una exhaustiva investigación sería llevada a cabo, los procedimientos serían revisados y habría despidos. Pero con este presidente y este liderazgo del DHS, nada de eso esperamos. Aun así, el Congreso y el pueblo estadounidense deben hacer lo que este gobierno y esa agencia se niegan a llevar a cabo, e insistir en un esfuerzo para la “verdad y la reconciliación”, en función de la rendición de cuentas, la transparencia y una verdadera reforma en el CBP. Solo con tal respuesta proclamaremos significativos cambios que colectivamente llamen a decir ‘nunca más’ a la crueldad y a la insensibilidad que se está ejerciendo en nuestro nombre”.

  • Para más antecedentes, lea este análisis de fondo sobre la cultura del CBP y la necesidad de una verdadera reforma y rendición de cuentas: vea aquí
  • Lea la nota de noviembre de 2019 del Washington Post, “A Trump administration strategy led to the child migrant backup crisis at the border” aquí
  • Lea y vea más de ProPublica aquí