A principios de esta semana, el gobierno de Obama deportó a una beneficiaria del programa de Acción Diferida para Quienes Llegaron en la Infancia (DACA), a pesar de que las autoridades primero le habían aprobado su solicitud de DACA y otorgado su “permiso de reingreso”, a fin de que pudiera viajar a México y poder regresar a Estados Unidos. El caso de Lesly Sophia Cortez-Martínez es un ejemplo perturbador de cómo el gobierno no cumple con sus propias políticas de aplicación de la ley migratoria, y de cómo una rama del poder ejecutivo se rehúsa a respetar el compromiso de otra agencia adscrita al mismo.
“Autoridades de Chicago deportaron a una mujer indocumentada a México, aun cuando había obtenido permiso para permanecer en Estados Unidos y viajar a su país de origen, dijeron activistas y su abogada.
“Aunque las autoridades inmigratorias insisten en que Lesly Sophia Cortez-Martínez, de 32 años, no era elegible para reingresar a Estados Unidos, su caso pone de relieve la débil naturaleza del alivio contra las deportaciones, mismo que el gobierno de Obama ha ampliado a cientos de miles de inmigrantes indocumentados desde 2012. Tras haber vivido en Estados Unidos desde los 15 años de edad, Cortez-Martínez fue aprobada para el programa de Acción Diferida para Quienes Llegaron en la Infancia, o DACA, que ampara de la deportación a muchas personas que llegaron al país cuando eran menores.
“Ella ha sido expulsada dos veces antes, en 1999 y en 2004, pero esas expulsiones no interfirieron con su solicitud para obtener DACA, de acuerdo con su abogada, Mony Ruiz-Velasco. Cortez-Martínez entonces solicitó permiso el año pasado para visitar a su familia en la Ciudad de México. A pesar de ser aún indocumentada, su solicitud fue aprobada mediante un trámite denominado “permiso de reingreso”, el cual permite a los inmigrantes indocumentados visitar sus países de origen y regresar por razones humanitarias, entre otras. Pero cuando regresó a Estados Unidos el lunes, las autoridades la detuvieron en el Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago, en relación con la orden de deportación de 2004, dijo su abogada. Para el martes, ya habían deportado a Cortez-Martínez a México.
Ruiz-Velasco enfatizó que su clienta llevaba documentos que probaban que tenía permiso para retornar a Estados Unidos. ‘Cuando tienes permiso de reingreso, tú tienes un documento en el que se especifica ‘permiso de reingreso’, dijo Ruiz-Velasco a The Huffington Post. ‘Para ella fue bastante razonable pensar que ‘si ellos aprobaron este documento, no debe haber problema alguno’’”.
De acuerdo con notas de prensa, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), una agencia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), aprobó la solicitud de Cortez-Martínez para viajar a México. Sin embargo, una vez que llegó al Aeropuerto O’Hare de Chicago, Cortez-Martínez fue detenida por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), otra agencia del DHS. Mientras el CBP asegura que Cortez-Martínez no era elegible para el permiso de reingreso debido a su anterior orden de deportación de 2004, la otra agencia del DHS había autorizado explícitamente su viaje apenas unas semanas antes y la señora Cortez-Martínez no estaba consciente de su orden de deportación.
“Cortez-Martínez insistió en que no sabía sobre su antigua orden de deportación, explicando que fue a México debido a un deceso en su familia y regresó a Estados Unidos sin documentos… Cortez-Martínez tiene tres hijos ciudadanos estadounidenses y no tiene antecedentes penales, dos aspectos que el gobierno de Obama ha pedido que tomen en cuenta sus autoridades inmigratorias antes de enviar a proceso de deportación a la gente”.
De acuerdo con Lynn Tramonte, subdirectora de America’s Voice Education Fund, “la mano derecha del DHS debería saber y respetar lo que su mano izquierda está haciendo. Hemos escuchado bastante sobre enfocarse en ‘delincuentes, no en familias’, y sin embargo aquí tenemos un indignante caso de que ocurre exactamente lo contrario. ¿Qué se supone que piensen otros beneficiarios de DACA y de ‘permiso de reingreso’?
Tramonte agregó: “En lugar de deportar a la señora Cortez-Martínez y de destrozar su familia, el gobierno de Obama debería permitirle regresar a Estados Unidos, respetar sus propias políticas establecidas y preguntarse cómo es que el DHS puede estar trabajando en contraposición consigo mismo”.