Washington, DC – Con la oportunidad para la acción legislativa en el tema migratorio cerrándose rápidamente, una nueva encuesta dada a conocer ayer subraya que la oposición a la reforma por parte del liderazgo republicano de la Cámara Baja tiene eco solamente en una pequeña y reducida parte del electorado, menos de la quinta parte del país. Un análisis aparte sobre las implicaciones del rechazo republicano a cumplir con una reforma migratoria popular muestra nefastas consecuencias electorales para el Partido Republicano en contiendas importantes en 2014 y más ampliamente en las elecciones nacionales de 2016.
La encuesta publicada ayer, realizada por el Instituto Público de Investigación sobre Religión (PRRI), encuentra amplio apoyo para la reforma migratoria, incluyendo una vía a la ciudadanía para inmigrantes indocumentados. Como lo muestra el sumario de la encuesta, “62% de los estadounidenses favorece una vía para que los inmigrantes que actualmente viven en Estados Unidos ilegalmente se conviertan en ciudadanos si cumplen ciertos requisitos, mientras 17% apoya el permitirles convertirse en residentes permanentes pero no ciudadanos, en tanto que casi 1 de cada 5 (19%) está en favor de una política que identificara y deportara a todos los inmigrantes que viven en Estados Unidos ilegalmente”.
Sin embargo, el Partido Republicano parece rendir pleitesía a ese 19% del electorado que apoya solamente el enfoque de la deportación. En un análisis titulado “El Republicano es el partido de Steve King. El próximo año será el partido de Ted Cruz”, Greg Sargent, del Washington Post, capta los peligros políticos de bloquear la reforma y adoptar al grupo que sólo pide las deportaciones:
“Si el rechazo del Partido Republicano a actuar confirma que este año es el partido de Steve King, el próximo año muy bien podría ser del partido de Ted Cruz.
“La agenda republicana de la Cámara Baja para junio no incluye a la reforma migratoria. Aunque siempre se puede concebir que los líderes republicanos actúen antes del receso de agosto, las oportunidades parecen lejanas y los republicanos dicen en privado que pueden aún hacer algo el próximo año. Pero a ese punto necesitaremos otro proyecto del Senado además de lograr algo a través de la Cámara Baja, y la primaria presidencial republicana estará en marcha. Parece seguro asumir que Ted Cruz —quien se espera que contienda—haga extrema demagogia sobre el tema, jalando al Partido Republicano hacia la derecha. Este vuelco hacia la derecha por el Partido Republicano controlado por Cruz ofrece un adelanto de lo que podría venir…
“…Este es el tipo que puede tener una gran influencia en el debate migratorio el próximo año. Para el contexto, hay que tener en cuenta que muchos posibles contendientes presidenciales republicanos —tales como Paul Ryan, Rand Paul, Chris Christie y Marco Rubio— han coqueteado con posiciones constructivas en inmigración, sugiriendo que ellos piensan que hacer lo correcto en el tema es primordial para las oportunidades del partido en 2016. En caso de que Cruz haga demagogia en un intento por captar a los votantes republicanos de la extrema derecha en la primaria republicana, podría hacer más difícil replantear posiciones moderadas, dificultando también aún más que los republicanos del Congresos actúen.
“Siempre es posible que los republicanos tengan éxito en aprobar la reforma el próximo año, pero la demagogia de Ted Cruz podría dificultar llevar a cabo un buen trato. No es como si lo hubiésemos visto antes: hay que ver lo que le ocurrió al apoyo latino a los republicanos cuando el partido fue jalado hacia la derecha en el tema la última vez. No importa el 47 por ciento.
Intenta con el 27 por ciento. Y en 2016, con la participación latina de los votos que se incrementará en muchos estados clave indecisos, el partido de Ted Cruz podría de hecho quedar mucho peor”.
Han pasado 347 días desde que el Senado aprobó su proyecto migratorio; quedan 17 para que la oportunidad se cierre
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