Han pasado 306 días desde que el Senado aprobó su proyecto migratorio; quedan 59 días para que la ventana de oportunidad se cierre
Washington, DC – En un acontecimiento que no sorprendió a nadie, el presidente de la Cámara Baja, John Boehner (R-OH) se retractó de sus comentarios de la semana pasada en los cuales se mofaba de sus colegas republicanos por retrasar la reforma migratoria. Boehner dijo ayer: “¿Sabes?, uno bromea a quienes amas, ¿de acuerdo?” Luego giró otra vez hacia los vacíos puntos de discusión del Partido Republicano: “Me quería asegurar de que los miembros hayan entendido que el mayor impedimento que tenemos para mover la reforma migratoria es que el pueblo estadounidense no confía en el presidente para aplicar o implementar la ley que podríamos o no aprobar”.
A pesar de los claros intentos de establecer un juego de culpas, Boehner no puede explicar el hecho de que la Cámara Baja está encarando el rápido acercamiento de la fecha límite para la acción legislativa a finales de junio. Han pasado 306 días desde que el Senado aprobó su proyecto migratorio. Durante ese tiempo, Boehner se ha rehusado a llevar la reforma migratoria al pleno, a pesar de contar con los suficientes votos para ser aprobada. Sin embargo, el liderazgo ha tenido tiempo en el año pasado para dar varios votos a medidas antiinmigrantes inspiradas en Steve King. En este tiempo de inacción y obstrucción de la Cámara Baja, más de 340,000 inmigrantes han sido deportados, muchos de los cuales habrían calificado para un estatus legal con base en el proyecto del Senado.
El representante Luis Gutiérrez estuvo en el pleno de la Cámara hoy para recordar al liderazgo republicano que enfrentan una inminente fecha límite, y cualquier fracaso en actuar en la reforma legislativa será por causa suya, no del presidente. El defensor de la reforma migratoria dijo: “La manera más fácil de que los republicanos rebasen este tema sería programar un voto para el proyecto bipartidista que fue aprobado por el Senado el año pasado. Una hora o dos de debate y un voto de 15 minutos es todo lo que necesitamos. Punto”.
Frank Sharrry, director ejecutivo de America’s Voice, dijo: “En lugar de burlarse de los que ama, Boehner debería tratar de dirigir a los que ama. Si no lo hace, el Partido Republicano desperdiciará su última oportunidad de influir políticamente y compartir el crédito de promulgar la tan ansiada reforma migratoria, y con ello la oportunidad de hacer lo correcto con los grupos de votantes de más rápido crecimiento en Estados Unidos”.
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