05/05/09 a 9:18am
Washington, DC – La audiencia que condujo la semana pasada el panel de Inmigración del Senado evidenció la necesidad de avanzar una reforma migratoria integral y también puso de manifiesto el ímpetu que están cobrando los esfuerzos para hacer realidad una reforma sensible que suponga resultados positivos para todos los estadounidenses.
El pasado 30 de abril, el presidente del panel, Charles Schumer, senador demócrata de Nueva York, invitó a expertos a delinear los argumentos económicos, de seguridad y morales par dar luz verde a la reforma amplia.
Por su parte, el republicano de más alto rango en el panel, John Cornyn, senador de Texas, invitó a testigos que reflejaron las divisiones internas del Partido Republicano en el tema migratorio: los moderados que abogan por medidas razonables, como Jeff Moseley, presidente y CEO del Greater Houston Partnership, y la facción extremista antiinmigrante, representada por Kris Kobach, profesor de la Escuela de Leyes de la Universidad de Missouri en Kansas City. Durante la audiencia, Kobach comparó a los inmigrantes con ladrones.
“La audiencia del Senado dio luz verde a uno de los debates de política pública más importantes de este año y fue un claro indicador de que la reforma migratoria viene en camino”, declaró Frank Sharry, fundador y director ejecutivo de America’s Voice.
“También fue muy notable poder contrastar entre la perspectiva práctica orientada hacia la presentación de soluciones que ofrecieron los testigos pro reforma, y la mentalidad de mantener el statu quo de quienes abogan por deportaciones masivas. Los estadounidenses quieren acción y soluciones para nuestros problemas más difíciles y no excusas para la inacción y acusaciones que no conducen a nada”, añadió Sharry.
En su testimonio, el ex presidente del Banco de la Reserva Federal, Alan Greenspan afirmó que “no cabe duda que la inmigración no autorizada, es decir, ilegal, ha contribuído significativamente al crecimiento de nuestra economía”, mientras enfatizó que “nuestra leyes migratorias tienen que ser reformadas y actualizadas”.
Eliseo Medina,vicepresidente ejecutivo internacional del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), expuso los beneficios que supondría la reforma para todos los trabajadores estadounidenses al crear un mercado laboral más justo y balanceado. Medina declaró que “tenemos que enmendar nuestro maltrecho sistema migratorio porque el statu quo es simplemente inaceptable y sólo opera en favor de quienes violan las reglas..Es por ésto que las dos principales organizaciones sindicales, Change to Win y la AFL-CIO, se han unido en pos de una propuesta de reforma migratoria que tiene cinco componentes que para funcionar, se necesitan entre sí”.
El jefe de policía del condado de Montgomery, Thomas Manger, quien además es presidente del comité legislativo de la Major Cities Chiefs Association, habló de cómo la seguridad de las comunidades se beneficia si el gobierno federal asume la responsabilidad que le compete de aplicar las leyes migratorias. Manger dijo que “esprobable que la razón más significativa para aprobar una reforma migratoria integral es lograr que los departamentos de policía de todo el país no se involucren en un problema sobre el cual tenemos escaso control en la búsqueda de soluciones”.
El pastor Joel Hunter, un reconocido líder evangélico expuso ante el panel el argumento moral para la reforma enfatizando que “la esperanza de cualquier religion es lograr que quienas hayan andado por el sendero equivocado se reencaminen por el sendero adecuado. La reforma migratoria amplia crearía una vía para ayudar a la gente a hacer lo correcto. Un sistema maltrecho produce una sociedad disfuncional, divide familias, e incrementa la vulnerabilidad de los residentes legales e indocumentados. También ayuda a los criminales que se escudan en las sombras y lastima a personas decentes sometiéndolas a una vida de inseguridad, a escondidas y contribuyendo de manera minima al bienestar de todos. Es también deprimente el costo para nuestra nación en términos de productividad, unidad nacional y seguridad nacional. Pero no puede compararse con el daño que se está infligiendo sobre los individuos y las familias”.
Wade Henderson, presidente y CEO de la Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles, también abordó el tema de los valores en su testomonio al indicar que “espero que podamos estar de acuerdo en la convincente necesidad de conceder a los millones de indocumentados que viven en nuestro país una vía humana y realista para salir de las sombras y legalizar su situación migratoria”.
Henderson agregó que aunque reconoce la importancia legal y económica del trato a los indocumentados, “también se trata de un asunto de derechos civiles de profunda importancia directamente vinculado con el entendimiento de nuestros más fundamentales derechos civiles y humanos”.
Doris Meissner, ex comisionada del antiguo Servicio de Inmigración (INS) y actual senior fellow del Migration Policy Institute, centró su testimonio en por qué el Congreso debe aprobar la reforma este año, qué debe contemplar dicha reforma, y cómo puede ser implementada adecuadamente por el Departamento de Seguridad Interna (DHS).
Basándose en su amplia experiencia, Meissner indicó que “necesitamos un programa de legalización en fases que comience con el simple requisito de revisiones de historial para identificar a los criminales, y con un sistema de registro que conduzca a la obtención de permisos de trabajo, y al eventual ajuste de situación migratoria. Con el paso del tiempo, los solicitantes podrán obtener la residencia permanente y finalmente la ciudadanía, si así lo deciden”.
Cornyn solicitó los testimonios de Jeff Moseley, presidente y CEO de la Greater Houston Partnership, un empresario que apoya la reforma migratoria integral, y de Kris Kobach, profesor de leyes conocido por sus posturas antiinimigrantes que además trabaja para la Federation for American Immigration Reform (FAIR), grupo que ha sido catalogado por el Southern Poverty Law Center como una organización que promueve el odio racial.
En su testimonio, Moseley pidió un debate migratorio “con menos retórica y más soluciones sensatas que ambos partidos puedan apoyar”.
Los comentarios de Moseleycontrastaron de los argumentos extremistas esgrimidos por Kobach, quien citóinvestigaciones de grupos antiinmigrantes como el Center for ImmigrationStudies (CIS). Kobach comparó a la población indocumentada con ladrones ydeclaró que “si se le otorga amnistía a un ladrón, ciertamente no se contemplaríadarle a ese ladrón el dinero que se robó. Ahora bien, ¿qué han tomado losindocumentados? ¿una presencia en Estados Unidos que no se les concedió? Por lotanto, desde mi punto de vista una verdadera amnistía o una buena amnistía nocontemplaría otorgarle lo que ya han tomado (los indocumentados). Kobach tambiénaseguró que “los estadounidenses prefieren mantener el statu quo a otorgar unaamnistía”.
Pese a las afirmaciones deKobach, varios sondeos recientes demuestran que los estadounidenses anticipan yapoyan un plan de reforma migratoria integral.
Tal y como indicó el senadorSchumer, “nadieestá satisfecho con el sistema actual estén a la derecha, la inzquierda o elcentro del espectro político. La gente reconoce que el statu quo no funciona.De hecho, recientes sondeos demuestran que 57% de los estadounidenses creen quela reforma migratoria debe ser de gran prioridad para el Congreso. La políticaque rodea a este tema es difícil, pero la realidad es obvia: cambiar y enmendarnuestro sistema migratorio es de interés para todos” .