La frustración está creciendo entre la minoría demócrata de la Cámara de Representantes y entre activistas a favor de la inmigración por la negativa de los republicanos a trabajar con una ley aprobada en el Senado el año pasado. La ley del Senado daría un camino a la ciudadanía a casi 11 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin permiso y reforzaría la seguridad en la frontera.