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Serie: Lo Que Realmente Somos Como Inmigrantes

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“De nosotros depende cómo será escrita esta historia”

Para continuar con su retórica racista y antiinmigrante, la semana pasada en una rueda de prensa el presidente Donald Trump llamó “animales” a los inmigrantes, pretextando que lo hizo solamente en referencia a los pandilleros de la MS-13. Sin embargo, la realidad es que Estados Unidos está lleno de inmigrantes diligentes y con historias de tenacidad y dedicación. Con su aporte al sector educativo, Gilberto García Jiménez es uno de ellos.

Nació en la ciudad de Nueva York de padres inmigrantes dominicanos, oriundos de San Francisco de Macorís. Es director de los programas de inglés como segundo idioma dentro de las escuelas secundarias del sistema educativo, a través de los cinco condados de Nueva York.

Se dice fácil, pero para llegar a ese nivel, Gilberto García Jiménez ha tenido, como todos, que pasar por toda una gama de experiencias que le han hecho tomar conciencia de la condición y las necesidades del inmigrante.

Así, como una parte fundamental de sus actuales funciones, analiza y crea programas educativos de apoyo a jóvenes inmigrantes de todos los países del mundo que ingresan al sistema de educación pública de la ciudad de Nueva York.  Como director de esta área, asegura el apoyo académico, la adquisición y el enriquecimiento del inglés como segundo idioma, al igual que la preservación y el enriquecimiento del idioma natal. El español, por supuesto, es uno de ellos, y en su caso con especial énfasis en la comunidad dominicana.

“Mi compromiso hacia el desarrollo educativo de los niños dominicanos es incondicional. Invertir en nuestros niños nos permitirá crecer como familia y como comunidad, elevar los conocimientos de nuestra herencia dominicana y aumentar el orgullo de los niños como descendientes de hombres y mujeres de una patria valiosa”, opina.

Además de estas funciones, se cerciora de que todos los estudiantes reciban la preparación adecuada para así poder ser aceptados en instituciones de educación superior o programas de desarrollo y capacitación profesional.

Toda una vida en la educación

García Jiménez tiene más de 20 años de continua labor en el Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York, el sistema más grande de educación pública que existe en el país. Dentro de este sistema, se ha desempeñado como maestro, coordinador de programas culturales, además de haber ocupado otras posiciones de liderazgo pedagógico, tanto en planteles escolares como en distritos escolares y subdivisiones administrativas.

En su trabajo se ha caracterizado por su compromiso con la educación y muy en particular por su labor y apoyo hacia el progreso educativo de los miembros de la comunidad dominicana que residen en Estados Unidos.

“Por eso mantengo el compromiso de ayudar a elevar la dominicanidad en la diáspora y crear las condiciones necesarias con las posibilidades de que nuestros descendientes se conviertan en valiosos embajadores de los grandes aportes que nuestro país ha hecho al mundo”, añade.

Gilberto asistió al colegio básico y secundario en República Dominicana, regresando luego a Nueva York, donde se estableció permanentemente y completó sus estudios universitarios. Realizó además estudios en Gestiones Administrativas Escolares y la Enseñanza del Inglés como Segunda Lengua en la Universidad de Fordham, de NY. Obtuvo la licenciatura de la Universidad Pública del Estado de Nueva York (SUNY/Old Westbury).

Actualmente se encuentra cursando un doctorado en Instructional Leadership en la Universidad de Saint John, de la ciudad de Nueva York.

Honor inmigrante

Durante todos estos años de labor en el sistema educativo ha sido galargonado por numerosas organizaciones.

Pero García declara que, aunque cree haber  logrado el Sueño Americano, se lo debe al trabajo arduo de sus antepasados que llegaron a Estados Unidos a trabajar honradamente y a proveer un mejor futuro para sus hijos.

Es fiel representante de la tercera generación de una familia immigrante bien establecida en Estados Unidos y con fuertes raíces en su país de origen. Con base en ello, considera que es necesario ser agradecidos sin importar el cargo o la posición social, pues en su opinión todos somos parte de una raza mayor llamada “Raza Humana”.

García también afirma que es una pena que este sueño se esté viendo manchado por la ignorancia y la intolerancia que se respira en el país en este momento.

Afirma que cada uno tenemos una parte en el libreto de la vida, por lo que de nosotros mismos depende cómo será escrita esta historia.

Y reflexiona: “Quisiera equivocarme al decir que algunos individuos están empeñados en duplicar los hechos de la historia que hoy consideramos bochornosos e inhumanos, como lo fue el Holocausto y otras atrocidades en contra de la humanidad”.