MIAMI – Le llaman la Esquina de la Suerte y el dueño del restaurante Casa Marín asegura que la visita del precandidato presidencial Mitt Romney al establecimiento en el corazón de Hialeah el domingo le supondrá el triunfo seguro en las primarias republicanas este martes.
“Ya ganó”, declaró Diosdado Marín, dueño del restaurante ubicado en la Ciudad que Progresa.
En la víspera de la primaria republicana, diversos sondeos favorecen a Romney sobre el ex presidente cameral, Newt Gingrich. Ambas campañas ajustan el mensaje para apelar a votantes cubanos, cubanoamericanos y a otros latinos, particularmente puertorriqueños en la Florida Central.
El 11% de los republicanos registrados para votar en Florida son hispanos pero constituyen 72% de los republicanos registrados para votar en el condado Miami-Dade del Sur estatal donde el voto cubano y cubanoamericano son centrales. Los anuncios en español en radio y televisión son la orden del día.
Y en Florida, que juega un papel central en los triunfos y las derrotas de aspirantes de ambos partidos, el voto latino no es monolítico.
Es lo que Matt Barreto, de Latino Decisions, llama los tres electorados latinos de Florida: los cubanos y los cubanoamericanos del Sur, y los puertorriqueños y otros latinos de Florida Central. Entre cubanos y cubanoamericanos hay diversidad de posturas marcadas por su experiencia: quienes llegaron hace más de 50 años, en otras etapas, como el éxodo del Mariel, los de reciente ingreso, y las generaciones nacidas en Estados Unidos con tendencias más moderadas. El resto del voto latino lo conforman mayormente puertorriqueños en la parte central del estado, pero también hay mexicanos, sudamericanos y centroamericanos.
Si algo los une es el tema económico.
Y según Latino Decisions, de acuerdo al último sondeo que condujeron con Univisión y ABC News, también los une el apoyo a medidas migratorias como el DREAM Act, que goza del apoyo de más del 75% de todos los sectores latinos. Barreto escribe que “igualmente, cuando examinamos la reforma migratoria integral, la mayoría de todos los latinos de Florida apoya una ruta ganada a la ciudadanía, aunque los cubanoamericanos nacidos en Estados Unidos y los latinos de la Florida Central tienen mayores probabilidades de apoyar la reforma migratoria amplia”.
Romney y Gingrich han asumido posturas duras en inmigración. Ambos se oponen al DREAM Act en su forma actual y sólo apoyan el componente militar de la medida, es decir, una vía de legalización a quienes sirvan en las Fuerzas Armadas mas no así a quienes quieran proseguir estudios universitarios.
Ambos se oponen a la reforma migratoria integral aunque Gingrich habla de alivio “humanitario” pero sin vía a la ciudadanía para quienes lleven más de dos décadas aquí y tienen lazos establecidos. Hasta Gingrich ha ridiculizado la propuesta de Romney de autodeportaciones para que los indocumentados pongan sus asuntos en orden, regresen a sus países y traten de reingresar a Estados Unidos mediante vías legales colocándose en una fila que lamentablemente no existe. Gingrich ha catalogado a Romney de antiinmigrante.
Pero entre algunos votantes cubanos y cubanoamericanos, las posturas migratorias de ambos precandidatos no merman su apoyo. Tampoco lo hace el tono del discurso que muchos catalogan de insultante para toda la comunidad.
“Eso no es cierto. Esto es un país de leyes”, declaró Juan Carlos Santana, quien no ha decidido si apoyar a Gingrich o a Romney. “Pero realistamente, para ganarle a Obama, pienso que Romney tiene más chance de atraer el voto independiente y de demócratas conservadores. Romney le gana a Obama en Florida y si Marco Rubio está en la boleta, sería jaque mate para Obama”, indicó.
En Casa Marín, el ex congresista republicano de Florida, Lincoln Díaz-Balart, promotor del DREAM Act, de la reforma migratoria integral y autor, como él dice, “de la última amnistía que se aprobó en el Congreso”, la ley NACARA, defendió el apoyo que tanto él como otros políticos cubanoamericanos han dado a Romney pese a sus posturas migratorias.
“Sobre ese tema discrepamos con él, pero la realidad es que hasta que no se cambie la situación económica de Estados Unidos y el pueblo sienta que está encaminado hacia una genuina recuperación económica, no se puede tratar el tema migratorio y no hay nadie más firmemente en favor de una reforma migratoria que yo”, dijo Díaz-Balart a America’s Voice.
Y quien puede cambiar la situación económica es Romney, agregó.
Sobre si es de anticipar que Romney suavice sus posturas migratorias si resulta el nominado y vaya más allá de los confines de Florida a buscar el apoyo hispano requerido en una elección general, Díaz-Balart aseguró que “mi punto de vista siempre se escuchará dentro de la campaña y después, si gana, dentro de la administración”.
Y sobre si las posturas migratorias extremas de Romney le dificultarán, si es el nominado, en obtener 40% del voto hispano nacional que requieren los republicanos para ganar la Casa Blanca, el congresista respondió que “no, si el pueblo entiende lo que acabo de decir: que si no cambiamos el rumbo económico no podemos llevar a cabo el debate migratorio”.
Pero varios sondeos, como el de Latino Decisions, apuntan al problema republicano en atraer el voto latino nacional.
La visita a la Esquina de la Suerte es la primera de varias que necesitarán.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice