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Marcha a las urnas 2010: Florida

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MIAMI/ORLANDO – En la elección general de 2008 Florida pasó a la columna demócrata, lo que no ocurría desde 1996, y catapultó a Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos.

El voto hispano fue instrumental. En el umbral de la elección de medio tiempo el 2 de noviembre, se busca movilizar a ese voto latino no sólo con esta elección en mente, sino con la general de 2012 que determinará o no la reelección de Obama.

Los latinos representan 21% de la población de Florida y 13% de su electorado, y la interrogante es qué papel jugarán en los comicios a la Gobernación, el Senado federal y la Cámara Baja, entre otras contiendas estatales y locales.

Un gobernador electo como republicano, Charlie Crist, busca, como independiente, el escaño senatorial que dejó vacante el republicano Mel Martínez, uno de los coautores de un plan bipartidista de reforma migratoria. Enfrenta al republicano hispano, Marco Rubio, favorito del movimiento del Tea Party, y al demócrata Kendrick Meek. La contienda determinará, si Rubio gana, cuán a la derecha se mueve el Partido Republicano en Florida. La división de votos entre Crist y Meek ha beneficiado a Rubio.

En el distrito 25 del Congreso, que dejó vacante el congresista Mario Díaz Balart para aspirar al distrito 21 que su hermano Lincoln dejó, compiten el demócrata Joe García contra el republicano David Rivera.

El multimillonario empresario republicano Rick Scott, quien ha hecho noticia por los millones gastados, por escándalos previos en sus empresas de salud y por promover medidas similares a la SB1070 de Arizona, enfrenta a la demócrata Alex Sink.

Los tres congresistas republicanos y cubanoamericanos de Florida, Ileana Ros-Lehtinen y los hermanos Díaz-Balart, y figuras hispanas republicanas de Orlando, apoyan a Scott aunque tenga posturas contrarias en temas migratorios argumentando que su plan económico beneficiará al estado.

Apatía y descontento

Tradicionalmente las elecciones de medio tiempo se caracterizan por escasa participación electoral.

Este año la apatía y el descontento suponen retos que superar cuando muchos electores hispanos sienten que un partido no ha hecho lo suficiente y que otro los ataca.

Mercedes Castillo, organizadora de Democracia Ahora para el Sur de la Florida, señaló a America’s Voice que muchos factores se han conjugado en este ciclo electoral: Florida tiene una de las tasas de desempleo, 12%, más altas del país, incluso mayor al índice nacional; y la crisis inmobiliaria es severa. Florida ocupa la segunda posición en la cifra de embargos hipotecarios.

En Orlando, Yanidsi Vélez, activista comunitaria que labora con Democracia y otras organizaciones, indicó que “la apatía se siente a flor de piel porque el cambio ha sido lento”.

Cuando Obama ganó, Estados Unidos enfrentaba dos guerras y una terrible crisis económica que comenzaron bajo mandato republicano.

Aunque el Sur de la Florida sigue siendo un enclave cubano y cubanoamericano, también es hogar de hispanos de diversas nacionalidades, ideologías y situaciones migratorias.

La reforma migratoria importa a muchos sectores. De Florida salió el grupo de estudiantes que recorrió la Ruta de los Sueños hasta Washington, D.C. para promover la legalización de jóvenes indocumentados mediante el DREAM Act.

Mano de obra indocumentada pizca en los campos floridanos y trabaja en restaurantes, hoteles, y otros sectores.

Florida no tiene frontera con México, pero en la primaria republicana por la gobernación , Scott promovió medidas similares a la SB1070 y el procurador estatal, Bill McCollum, prometió una legislación más severa que la SB1070. McCollum perdió la nominación.

Economía y empleos, quejas centrales

“La queja que más he visto en el proceso de registrar votantes es la falta de empleo. Para qué votar, dicen, si las cosas están peores”, explicó Sandra Urquiza, coordinadora de Democracia Ahora.