Han venido de Nevada, Arizona y Utah. También se han desplazado desde California, Florida, Illinois y otros estados. Son madres de familia que vienen de todas partes a presentarse frente al corazón de la justicia estadounidense en Washington, D.C., con un solo objetivo: enviar un mensaje de unidad y de esperanza a los jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos que tienen en sus manos el destino de 5 millones de familias que, como las de ellas, sólo buscan estar juntas en este país al que llaman hogar.
Como parte de Dreamers Mothers in Action (DMIA), han estado en ayuno desde el viernes 15 de abril con la intención de estar presentes el lunes 18, día en que serán escuchados los argumentos orales en torno al caso USA v Texas, que tiene en el limbo las acciones ejecutivas de DAPA y la extensión de DACA. “No nos moverán”, dicen y cantan, convencidas de que la justicia estará de su lado.
Estas son algunas de sus voces de esperanza:
Elvira Díaz (Nevada)
“Vine a Washington porque quiero presenciar lo que va a pasar con DAPA el lunes. Confío en que los argumentos de los abogados puedan convencer a los jueces y en que tengamos cinco votos. Yo sé que el juez Anthony Kennedy va a votar a favor de DAPA y con eso se van a beneficiar 5 millones de familias. Al mismo tiempo esto va a dar la pauta, el mensaje, de que es necesaria una reforma migratoria a futuro. Porque es necesario mantener a las familias unidas. Nos va a beneficiar parando las deportaciones, como un alivio migratorio mientras la gente arregla sus documentos; así van a estar sin miedo a la deportación y los niños van a estar más seguros. Yo estoy aquí haciendo un sacrificio, ayunando; estamos sin comer, estamos cansados, pero el sacrificio vale la pena porque va a influir en los corazones de los jueces de la Suprema Corte para que voten a favor de DAPA”.
Alejandra Sánchez (Arizona)
“Hemos venido a pedir justicia para más de 5 millones de familias que se van a beneficiar. Hemos venido en una protesta muy pacífica, básicamente a ayunar y ofrecer el ayuno a Dios por los jueces que van a tomar esa decisión que va a cambiar el destino de millones de familias, incluyéndome a mí, mi esposo y a otras familias como la mía, que necesitamos realmente con urgencia un estatus legal. Esperamos muy buenas cosas de todo esto. Muchos niños están muy contentos al pensar en la posibilidad de que sus padres no estén en peligro de deportación, como mi esposo y yo, porque lamentablemente ya nos agarró inmigración y estamos en proceso”.
Lenka Mendoza (Virginia)
“Soy madre indocumentada, por eso estoy aquí. El día de hoy estoy aquí frente a la Corte Suprema, con mis compañeras ayunando, porque queremos que sepan los jueces que desde el viernes aquí afuera se encuentra un grupo de mujeres, de madres, que piden justicia. Estamos buscando que en el momento en que los jueces escuchen los argumentos, sus corazones se vayan moviendo un poquito, sobre todo a los que lo tienen muy duro. Sabemos que ellos son abogados, hombres y mujeres de leyes, pero lo que queremos es que ésta no sea una decisión política, sino una decisión justa, una decisión por nuestros hijos que son ciudadanos estadounidenses y que tienen derechos. Estamos buscando igualdad de derechos. Nuestros hijos también tienen derecho a vivir sin temor y, sobre todo, a estar tranquilos en su país, en esta tierra, la tierra de la libertad: Estados Unidos, al que todo mundo llama el país de la libertad, de los derechos. Y eso queremos, que eso se haga valer para que se preserve el futro, pues qué generación es la que está creciendo; nuestros hijos viven con miedo, son americanos que viven con miedo dentro de su propio país, aterrorizados de que sus padres sean deportados, de quedarse huérfanos. Y eso no es justo para nadie. Eso es lo que buscamos este grupo de madres ayunando: justicia e igualdad de derechos”.
María Hernández (California)
“Soy inmigrante indocumentada, y estoy aquí básicamente por eso, porque soy indocumentada, porque DAPA dará un alivio a los 5 millones de padres que están en Estados Unidos trabajando duro para fortalecer al país y también a las familias. Queremos mantener a nuestras familias unidas, queremos seguir levantando este país.
Ana Cañénguez (Utah)
“Me he dado cita frente a la Corte Suprema porque estoy esperando con mucha fe y con mucha esperanza que los jueces puedan escuchar las voces de 5 millones de madres que estamos indocumentadas y puedan darnos una resolución favorable que termine con la aprobación de DAPA. Es urgente, lo necesitamos para estar protegidos de la deportación y poder quedarnos en este país”.
Tomasa Aguirre (Florida)
“Vengo aquí porque estamos representando a 5 millones de personas que necesitan ayuda. Estoy para pedir que se apruebe DAPA y la extensión de DACA, a fin de beneficiarnos de esa manera. Queremos que se haga justicia, queremos que pase DACA y así poder ayudar a 5 millones de personas”.
Susana Sandoval (Illinois)
“Pienso que esto es parte del proceso necesario para que avance nuestra nación. Necesitamos tener confianza en que el proceso para cambiar las leyes a nivel nacional es muy importante y forma parte del legado de esta administración que tomó la decisión de empujar la reforma migratoria e hizo lo que pudo. Después del momento en que se tome la decisión, es urgente que esas 5 millones de personas reciban ese apoyo, para continuar con el proceso legislativo necesario que funcione, que proteja los derechos de los trabajadores. Eso es lo que intentamos, proteger y unir a las familias que están separadas”.
María Reyes (California)
“Yo estoy aquí por una razón, aunque personalmente yo no soy beneficiada, pero indiscutiblemente sí serían beneficiados al menos 5 millones de personas. Entonces eso me halaga, y por eso estoy aquí. Lo que esperamos es que el lunes esta gente se ponga de acuerdo definitivamente, que estos jueces se toquen el corazón, dejen de escuchar a la gente injusta de los 26 estados que están en contra de DAPA. Pero yo confío en que el lunes, aunque no es la resolución definitiva, sí se toque el corazón de los jueces, y dependiendo de lo que dialoguen nos den una buena respuesta en junio”.
Reymunda Herrera (Utah)
“Soy trabajadora social de una escuelita Migrant Head Start en Utah y mi trabajo es ayudar a los padres de familia. Estoy apoyando a una de las mamás que está en el programa y a quien he podido acompañar en algunas cortes. Como ella hay millones de mamás que necesitan ayuda. Por eso también estoy aquí con la esperanza de que se haga algo para beneficio de estos padres de familia, para que se puedan quedar en este país con sus hijos. Que haya justicia es lo que yo espero”.
Lourdes Dobarganes (California)
“Estoy aquí frente a la Suprema Corte de Estados Unidos para defender un derecho humano, que es la libertad que todos merecemos. Yo califico para DAPA, he criado a mis hijos durante 25 años, los he hecho profesionales y creo que es un derecho que me corresponde para poder trabajar. Y también algún día poder ir a ver a mi madre de 87 años, a la que no he podido ver, no quiero que ella vaya a morir si verla antes. DAPA es un paso positivo que podría ir en camino hacia una reforma migratoria”.