Se dice que el oro para ser purificado debe pasar por el fuego. En ese mismo sentido, este gobierno del presidente Trump es, sin duda, la mayor prueba de fuego para muchos de nosotros los inmigrantes.
Los tiempos que estamos viviendo en este país son muy difíciles, creo que como nunca antes lo han sido. Realizar actividades cotidianas para los inmigrantes indocumentados, tales como salir a la calle a trabajar o a estudiar se ha tornado en una situación peligrosa que puede traer como consecuencia su arresto, detención, deportación y, definitivamente, la separación de sus familias. El sentido de seguridad se ha perdido, mientras la angustia y la ansiedad se viven a flor de piel.
La mejor telenovela mexicana le queda corta a la que protagoniza Trump y su Casa Blanca, pues todos los días despertamos para presenciar un nuevo drama. Estas dos últimas semanas han estado marcadas por los siguientes hechos: la implementación de cambios en la ley antiinmigrante SB4 en Texas;la demanda entablada al estado de California para bloquear las protecciones a los inmigrantes indocumentados; el despido del Secretario de Estado, Rex Tillerson; la renuncia del portavoz de ICE en San Francisco y la primera visita presidencial de Trump a California, entre otras cosas.
La presencia de Trump en California no se trató de una visita cordial, sino un simple viaje para examinar los ocho prototipos de muro para la frontera. Las manifestaciones y protestas no se hicieron esperar. Trump insiste en la construcción del muro fronterizo, que costaría aproximadamente 18 mil millones de dólares, a pesar de que en recientes encuestas el 60% de los estadounidenses desaprueba esta construcción.
En estos cuatro años de gobierno nuestra paciencia, tolerancia, resistencia y fe serán puestas a prueba. Yo creo personalmente que de todas las pruebas se aprende. Los inmigrantes debemos de unirnos más que nunca, dejar la apatía y salir a votar en las próximas elecciones, ya que sólo así podremos ver un cambio.
Como el oro y el diamante deben ser pulidos y pasar por un momento de fricción para sacar su brillo, así los inmigrantes estamos siendo pulidos. Por ello, debemos resistir. Todo esto pasará y seremos vencedores.
