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Donald Trump empezó su campaña presidencial afirmando que la mayoría de los inmigrantes de México eran delincuentes y violadores. Obviamente eso no es cierto.
Ahora está prometiendo deportar a 2 o 3 millones de personas tan pronto como asuma la presidencia, otra vez afirmando que son delincuentes. Pero como explica Dara Lind en Vox:
El gobierno de Trump no podrá deportar a 2 o 3 millones de ‘inmigrantes ilegales delincuentes’, porque simplemente no hay tanta gente que se ajuste a esa descripción. Si quiere deportar a 2 o 3 millones de personas va a tener que apartar a mucha gente que no tiene antecedentes penales.
Tras cubrir la campaña de Trump durante un año, se pensaría que la prensa sabría que no es un entusiasta de los hechos. Sin embargo, Maria Sacchetti, experimentada reportera del Boston Globe, publicó una nota respaldando sus escandalosas cifras. Escribe:
Un reciente informe del Departamento de Seguridad Interna encontró que 1.9 millones de delincuentes sujetos de deportación están en Estados Unidos y representan ‘un gran peligro para la seguridad pública’.
Lo que implica en claro: hay 1.9 millones de inmigrantes peligrosos en este país y vienen por TI.
Lo que Sacchetti no explica es que se trata de una cifra completamente inventada. Proviene de un informe del DHS enviado al Congreso cuando pedía recursos. No está fundamentado en registros reales del DHS. Es un cálculo a partir de datos del Censo y de un informe de hace 15 años del Departamento de Justicia. Lind explica:
ICE revisó la cifra de inmigrantes en Estados Unidos con base en la American Community Survey de 2018, así como el informe del Departamento de Justicia (con datos hasta 2001) sobre la cifra de estadounidenses que han estado en prisión, e hizo la extrapolación correspondiente.
Cuando se están solicitando recursos, ¿alguna vez se ha pedido tan poco? ¿Alguna vez se ha malbaratado lo que se necesita? Por supuesto que no.
El gobierno de Obama recibió fondos para deportaciones tras esta petición, y continuó deportando gente. También depuró las prioridades de seguridad en 2014. Aunque no estamos de acuerdo al 100% con su definición de quién debería ser una prioridad de deportación, este cambio supone una mejora en torno a saber quién lo es.
De tal manera que en enero, cuando Trump vaya por las 2 o 3 millones de personas para deportarlas, no va a encontrar a 2 o 3 millones de gente peligrosa. Va a encontrar a poca gente mala que un gobierno de Clinton hubiera deportado, pero también a mucha gente buena que ha vivido aquí durante décadas, trabajando duro y criando familias.
Recuerden: sabemos que Trump siempre está mintiendo sobre los inmigrantes. Prepárense para cuatro años de eso.