04/11/09 a 3:56pm por Maribel Hastings
Tras los triunfos republicanos en las gubernaturas de New Jersey y Virginia son varias las conclusiones que pueden derivarse: que las preocupaciones por temas locales sumadas a los disgustos por políticas nacionales pueden ser nocivas para los titulares, sobre todo del partido en el poder; que los candidatos demócratas tienen que ser capaces de energizar votantes por sí mismos porque ni la considerable popularidad de Barack Obama pudo traducirse en el apoyo de jóvenes e independientes a los candidatos demócratas que finalmente eran los que estaban en la boleta; que los electores independientes fueron decisivos y favorecieron, esta vez a los republicanos; que candidatos republicanos que dejan la retórica divisiva (como en el tema migratorio) pueden apelar a votantes de diversa tendencia (aunque sus posturas sigan siendo preocupantes), y que los votantes latinos, al menos en New Jersey, parecen seguir apoyando a los demócratas aunque no participaran en cifras récord.
Sin embargo, los demócratas ganaron en dos contiendas del Congreso (Nueva York y California) y en otras elecciones locales que también demuestran, sobre todo en el caso del Distrito 23 en Nueva York, que los republicanos de línea dura no tienen buena recepción entre los votantes. Esa contienda en Nueva York también demostró la lucha republicana interna entre moderados y extremistas.
Es decir, hubo resultados mixtos que no suponen necesariamente un referendo sobre Obama (aunque éste hizo campaña en Virginia y New Jersey, dos estados que ganó en 2008) pero que sí ofrecen a los dos partidos políticos centrales una idea de las inclinaciones de los votantes, qué los mueve y qué no de cara a la elección del 2010 cuando todos los escaños de la Cámara Baja están en juego, así como 36 escaños del Senado y 38 gubernaturas. Claro está, de aquí al 2010 el panorama puede cambiar a favor o en contra de cualquiera de los dos partidos.
Las encuestas a boca de urna señalan que Obama sigue siendo un presidente popular entre los votantes. Pero esa popularidad no fue suficiente, por ejemplo, para entusiasmar al electorado en New Jersey en favor del derrotado gobernador demócrata, Jon Corzine, minado por acusaciones de corrupción y por el disgusto de votantes hartos de las altas tasas de impuestos y del sombrío panorama económico en general.
En el caso de Virginia, ya se sabía que el demócrata R. Creigh Deeds estaba en aprietos y de hecho, éste llegó a decir que las posturas de Obama en temas nacionales lo lastimarían en las urnas, aunque digamos que Deeds ya estaba más que lastimado.
Al final, algunos de los grupos de votantes que catapultaron a Obama al triunfo en 2008, los jóvenes y los independientes, o votaron por los republicanos, o no salieron en enormes cifras como en el año 2008.
Sobre los latinos no se tenían resultados finales precisos que permitan un análisis certero, sobre todo en Virginia donde lo único que se dijo es que no salieron a votar en las cifras de 2008, algo que ya se esperaba, sobre todo con un candidato demócrata incapaz de energizarlos.
En New Jersey, por ejemplo, según informó el diario NY Times, la mayoría de los votantes latinos apoyaron al candidato demócrata Corzine sobre el republicano triunfador, Chris Christie. Esto a pesar de que Christie no se enfrascó en la retórica anti inmigrante que ha caracterizado a candidatos republicanos en elecciones previas.
Christie fue fiscal federal en New Jersey y trató de esbozar una postura pragmática en el tema migratorio al decir en 2008, por ejemplo, que “estar en este país sin la documentación apropiada no es un crimen” y “no dejen que les hagan creer que es un crimen con el cual la fiscalía federal tiene que lidiar porque no lo es”. Insistió en que aplicar las leyes migratorias es tarea federal.
Pero Christie eligió como su compañera de fórmula a Kim Guadagno, Alguacil del Condado de Monmouth, uno de los dos departamentos de policía en New Jersey que firmaron el revisado acuerdo 287(g) con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que permite a policías fungir como agentes migratorios. Christie ha criticado el programa y dice que Guadagno lo aplicará en las cárceles.
Christie también se opone a que los estudiantes indocumentados paguen la misma matrícula que pagan los estudiantes que residen en el estado.
El triunfador republicano en Virginia, Bob McDonnell, apoya la ampliación del 287(g) que ya aplican varias agencias policiales de ese estado.
Pero pese a sus posturas de línea dura en el tema migratorio, ninguno de los dos republicanos echaron mano de la retórica inflamatoria que han empleado otros candidatos republicanos y más bien evitaron a toda costa tocar el tema migratorio. ¿Será la nueva fórmula republicana?
Juan Andrade, presidente del Instituto Estadounidense de Liderazgo Hispano, dijo a America’s Voice que los votantes en New Jersey y Virginia respondieron a temas locales.
Aunque no contaba con las cifras exactas sobre el voto latino, Andrade recordó que no se anticipaba una amplia participación de ningún grupo, no sólo de los latinos.
“Los votantes latinos siguen teniendo peso, siguen haciendo su parte, como vimos que hicieron en New Jersey donde los demócratas buscaron activamente su voto y lo lograron. Ahora bien, eso tiene que verse en conjunto con el desempeño de otros sectores de votantes y esos otros sectores o dividieron su voto entre los candidatos, o no salieron a votar”, declaró Andrade.
“Me parece que el mensaje que envían estas elecciones a los demócratas es que tengan cuidado. Que tienen que actuar. Por ejemplo, si ya hubieran tomado acción sobre la reforma de salud, quizá habría sido algo diferente, aunque creo que la gente basó su voto en asuntos locales. Pero la inacción frustra a la gente. La gente pierde la confianza”, concluyó Andrade.