07/04/09 a 2:02pm por Maribel Hastings
Tal parece que algunos líderes republicanos recién descubrieron a los latinos. Ahora se dan cuenta de que políticamente les conviene acercarse a la principal minoría étnica del país, más de diez millones de los cuales votaron en los comicios del 2008, y que es bueno relacionarse con los medios de comunicación que informan a esa comunidad.
Bueno sería que además de “aproximarse” a esta comunidad, intentaran abordar de manera inteligente temas de interés para los hispanos, como la inmigración, permitiendo un diálogo racional, libre de demagogia y posturas extremistas -y en algunos casos racistas-, que permitan una solución viable al problema migratorio.
La publicación Roll Call del Congreso reportó que los líderes republicanos de ambas cámaras circularon un documento para que en el receso en curso, los legisladores republicanos mejoren sus relaciones con la comunidad latina en sus distritos y estados.
Según la publicación, el documento enfatiza que el tema económico y la disputa por el presupuesto son buenos asuntos para afianzar esos lazos.
Se recomienda que el personal de comunicaciones de sus oficinas contacte o conozca personalmente a representantes de los medios locales en español porque “afianzar estas relaciones, aunque no se esté de acuerdo en todos los temas, facilitará programar futuras entrevistas con ellos”.
Les sugieren además que se reúnan con los directores de los grupos hispanos locales o con las afiliadas de los grupos hispanos nacionales; que envíen sus comunicados de prensa a los medios locales, aunque sea en inglés, porque hacerlo “demuestra la voluntad de inclusión”.
Roll Call agrega que el documento propone a los republicanos que contraten traductores a tiempo parcial, y que coordinen entrevistas exclusivas con medios en español.
Finalmente, se sugiere a los legisladores ser más proactivos en sus esfuerzos de acercarse a los medios hispanos porque la visibilidad y la accesibilidad son los principales objetivos y son la mejor forma de acercarse a las minorías.
Es como aquello de que a veces vale más la percepción que la realidad. Pero a los republicanos les han fallado las dos porque entre gran parte de esa comunidad latina existe la “percepción” de que los republicanos son antiinmigrantes, y las acciones y comentarios de algunos legisladores y figuras de ese partido hacen “realidad” esa percepción.
Y el hecho de que a estas alturas todavía estén discutiendo lecciones básicas sobre cómo acercarse a la comunidad y los medios hispanos resulta sorprendente considerando que por años líderes de esa comunidad y algunos republicanos han venido advirtiéndoles que se trata de un sector electoral que no han debido desatender.
En el rubro migratorio, por ejemplo, los republicanos que han tratado de elevar el tono del debate migratorio proponiendo una salida razonable y pragmática, han sido satanizados por la base más radical de ese partido.
El ejemplo más notable fue el senador John McCain, ex aspirante presidencial republicano, quien apoyó la reforma migratoria y al sol de hoy el ala republicana más radical no se lo perdona.
La semana pasada el ex aspirante a la nominación presidencial republicana, Mitt Romney, quien asumió una postura de línea dura durante las primarias 2008, dijo, según la publicación The Hill, que los republicanos pueden atraer las minorías aprobando una reforma migratoria antes de las próximas elecciones. Empero, reportó The Hill, Romney “declinó criticar a los republicanos de línea dura como Tom Tancredo”.
He ahí sólo uno de los problemas. Mientras los republicanos permitan que algunos bocones extremistas sean el rostro que identifique a su partido, sus posibilidades de atraer latinos serán cada vez menores.
Finalmente, no hay mejor forma de atraer a los hispanos que responder con acciones concretas a sus asuntos de interés, como la reforma de inmigración. Eso va para los dos partidos políticos