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Obama y el E-Verify: en el marco de una reforma migratoria amplia

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“Necesitamos un mecanismo más balanceado que sólo un sistema de verificación de identidad”, afirmó el presidente

WASHINGTON – Aunque en su rueda de prensa el presidente Barack Obama no respondió si vetaría un proyecto de nacionalización y obligatoriedad del E-Verify si llega a su escritorio, sí afirmó que el sistema de verificación está lleno de errores que podrían afectar a trabajadores autorizados y negocios y que debe considerarse en el marco de una reforma migratoria. Lo escrito en el documento de la Casa Blanca sobre la reforma migratoria, ahora lo dijo el presidente.

Casi al mismo tiempo de la rueda de prensa, jóvenes que luchan por el proyecto DREAM Act que los legalizaría se manifestaban frente a la Casa Blanca pidiendo al presidente que los proteja de la deportación mediante una orden ejecutiva. Pero la batalla legislativa en puerta es sobre el proyecto E-Verify que presentaron los legisladores republicanos Lamar Smith (Texas) y Charles Grassley (Iowa) en la Cámara Baja y el Senado, respectivamente.

La corresponsal en Washington del diario La Opinión, Antonieta Cádiz, le preguntó a Obama si vetaría el proyecto E-Verify si no incluye la legalización de indocumentados. La medida busca nacionalizar y hacer obligatorio el sistema electrónico que coteja la información de los nuevos contratados con los bancos de datos de la Administración del Seguro Social (SSA) y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para ver si están autorizados para trabajar.

“Con respecto a E-Verify, necesitamos la reforma migratoria integral”, afirmó Obama.

“Necesitamos un mecanismo más balanceado que sólo un sistema de verificación de identidad”, afirmó el presidente.

Obama también recalcó que el sistema E-Verify está lleno de errores y puede afectar a trabajadores autorizados.

“El E-Verify puede ser una pieza importante de aplicación de leyes si no está plagado de errores, si los ciudadanos estadounidenses están protegidos porque lo que no quiero es una situación en la cual los empleadores estén obligados a implementar un sistema que no están seguros que trabaja y no queremos exponerlos a los riesgos de rechazar un candidato a un trabajo porque la lista dice que esa persona es un inmigrante indocumentado y resulta que no lo es. No sería justo para el empleado y para el empleador que también podría meterse en aprietos”, afirmó Obama.

“El objetivo ahora mismo es seguir trabajando para perfeccionar el sistema E-Verify y para garantizar que tenga los salvaguardas que prevengan ese tipo de escenarios”, agregó.

De hecho, se calcula que bajo el sistema E-Verify, los ciudadanos naturalizados y los residentes permanentes tienen 32 veces y 10 veces, respectivamente, más probabilidades de figurar como “no” autorizados para trabajar que ciudadanos nacidos en Estados Unidos.

Según datos del propio gobierno, en más 50% de las ocasiones el programa no identifica adecuadamente a los trabajadores indocumentados.

Se calcula además que 3.6 millones de trabajadores estadounidenses tendrían que corregir su información en los bancos de datos y que unos 770,000 trabajadores autorizados podrían perder sus empleos por errores en esos bancos de datos.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) concluyó que el E-Verify nacional y obligatorio reduciría los ingresos federales en $17,300 millones en un lapso de diez años porque habría un alza en la cifra de trabajadores sin documentos que  recibirían pagos en efectivo, por debajo de la mesa y fuera del sistema tributario.

Pero Smith vende la medida como un plan de creación de empleos. El E-Verify nacional y obligatorio, según Smith,  liberará puestos de trabajo para los estadounidenses. Se calcula que hay ocho millones de trabajadores indocumentados en nuestra economía y Smith cree que desaparecerán por arte de magia gracias al E-Verify; que no permanecerán aquí sujetos a mayor explotación y recibiendo salarios fuera del sistema tributario.

“El presidente no respondió si vetaría esta legislación si llegara a su escritorio y típicamente los presidentes no lanzan amenazas de veto a menos que y hasta que no vean los detalles de la legislación que esté a punto de emerger del Congreso. Si los demócratas en la Cámara Baja y en el Senado se mantienen firmes y hacen claro que esta estratagema del E-Verify obligatorio es una farsa que lastimará a estadounidenses e inmigrantes por igual, el proyecto no llegará a su escritorio. Pero si llega, esperamos que el presidente traducirá su firme postura de hoy en un valeroso veto”, declaró Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice.

Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice